Me quedaban 4,66 días de vacaciones de 2007 sin disfrutar y, haciendo encaje de bolillos con puentes y findes, he conseguido que duren 12. Hoy se terminan, así que este año ya he gastado todas las vacaciones (cosa que nunca solía ocurrir). En estas vacaciones he conseguido superar uno de esos retos que vas dejando por pereza, aunque en realidad es miedo a que una cosa simple se te pueda complicar. Pero no; en contra de lo que pensaba, lavar las cortinas de la casa no supone un trauma; ni siquiera plancharlas. Así que me vine arriba y lavé también la funda del sofá, la ropa de la semana y me di una sesión de plancha de casi cuatro horas. Y además ya es navipeich. Porque ya es imposible escapar de ella ya en tele, radio, internet and anywhere, y porque en el puente, aprovechando que tenía que bajar el ventilador al trastero (el ventilador al trastero el 8 de diciembre!) me subí el árbol. Empecé poniendo ilusión por mi parte, pero a la media hora ya estaba un poco aburrido de arbolito; además de no recordar que fuera tan grande (no es alto, pero sí ancho). Y ahí está, un mes rellenando un rincón del salón. El año pasado lo integré tan bien que luego me parecía que el salón estaba medio vacío. Le he puesto un temporizador para que se encienda y se apague solo porque como dependa de mí, mal. Así que a las 8 llega la navidad y a las 12 se va a dormir. La ley del mínimo esfuerzo. Y mañana a currar; un par de días de curro, un par de días de fiesta. Así funciona diciembre, no? He leído que mañana empieza una huelga de limpieza en el Metro, así que guay. Antes íbamos hacinados pero ahora iremos hacinados y sucios, porque aunque hay huelga la gente no se privará de tirar nada; es más, seguro que como hay huelga y está todo sucio, ya si eso lo tiro al suelo, total, ya qué mas da… yo, porsi, repito que los periódicos por el suelo resbalan. Y como apenas dan ninguno… En fin, que Dios nos coja confesados porque empiezan las tres semanas más raras del año; pero raras, raras, raras. Este año yo voy a intentar no ser más rarito aún que la propia navidad, aunque no prometo nada. A ver cómo se da. Queridos lectores, queda inaugurada la navipeich. Y viva el vino! (Sólo yo me he acordado de Tim Burton al ver este anuncio?)