Madrid

Esto lo copio y lo pego de un fotolog, Se que me miraba. Son las conclusiones que alguien saca tras pasar un puente en Madrid: ¡Ya he vuelto de Madrid! Conclusiones: – Se nota que es territorio pepero – Hay miles de cortesingleses – Chueca es muy parecido a Barcelona (urbanísticamente hablando) – En Madrid es Navidad mientras que en Barcelona es una Mierda – Si eres mujer, hay muchas posibilidades de que acabes teniendo 80 años y vistiendo bisones para ir a hacer la compra al súper – El metro va al revés que en Barcelona en dos sentidos: los convoyes entran por la derecha y los pasillos y andenes están sorprendentemente limpios – El nivel de oyoyismo es, erm, bajo, pero suponemos que es debido al puente – En los cuatro días, he visto prácticamente cero pakis – La mayoría de turistas eramos catalanes o andaluces Hasta mañana! Me parto; tiene toda la razón. En lo del territorio pepero no sé si por el ambiente de la gente o por la imagen en general. Hay miles y miles de cortesingleses e hipercores y opencores y supercores. No entiendo el parecido urbanistico de Chueca con Barcelona y tampoco estuve nunca en navidad por lo que no puedo comparar. Las que van así a la compra acostumbran también a ir muy enjoyadas, a que sí? Y el metro va al revés porque lo diseñó un ingeniero inglés y allí, como con los coches (como con todo), van al revés. A que el cercanías iba bien, de izquierda a derecha? Lo de que el metro está sorprendentemente limpio es porque has venido en puente y no hay prensa gratuita; si no no dirías eso. El resto de conclusiones no las entiendo, excepto la última. Da igual donde vayas, siempre te encuentras un catalán. El andaluz igual alguna vez, pero el catalán siempre, siempre. De todas formas este Madrid no es nada comparado con el de antes, el del Manzano. Si ves aquel sí que te asustas…

Hay que ser memo

Por qué hay gente (y mucha) que gira el periódico (gratuito) para que no lo leas, como si en él estuvieran escritos los más ocultos detalles de su vida? No lo entiendo. Esta mañana, en el tren, me siento en un sitio libre al lado de un chico como de mi edad, trajeado, y con 3 periódicos gratuitos en la mano. Leía uno de ellos. Yo acabé de leer el viernes La familia de Pascual Duarte y esta mañana, como me he dormido, he pasado de coger otro. Me siento a su lado y en un momento concreto me paro a leer el titular de la página que tenía abierta, que por otro lado seguramente me interesaba poco o nada. Él se da cuenta de que estoy mirando y gira el periódico dándome la contraportada. He estado a punto de decirle: por qué eres tan memo? Por qué ocultas el periódico si te lo han regalado y sólo vienen noticias! A veces la gente me sorprende por encima del tope máximo de sorpresa que había creído alcanzar. Qué más le dará que lo vaya mirando? Pues debía irle la vida en ello. Es igual. Que siga leyendo la amplia información que de cada noticia dan en esos periódicos y que seguro terminará de formarle como persona y cómo adulto. Como memo ya está muy bien formado.

De transporte público

Hoy he empezado a currar en un sitio nuevo. Del 15 de noviembre de 2005 al 15 de noviembre de 2006 (ambos incluidos) he trabajado en cuatro empresas diferentes, lo que significa 3 cambios de trabajo en un año. Tela. Mi nuevo curro es de oficinista. Y me gusta. Qué pasa? Voy en tren, metro y autobús (que solo me falta ir en nave espacial). Echaba de menos la liturgia esa de todos como zombies hacia la estación en plena noche (aunque ahora me pilla al lao), los pestosos de los repartidores de periódicos, que antes solo estaba el Madrid y mas, pero ahora hay mil. De hecho una señora (una señora cualquiera, esa misma que coincide con vosotros siempre) los había pillado todos. Y los llevaba en una bolsa. Deben ser como 4 ó 5. Yo he aceptado uno, ADN, pero me aburren estos periódicos un poco. Luego la escalera de Méndez Álvaro, la mayor concentración de gente por metro cuadrado. El momento de comprar un metrobus en las máquinas supermodernas que hay ahora, a lo Paco Martínez Soria. Ahora hay tele en el metro con voz y todo, y la gente es igual de borrega (o más si cabe porque están dormidos) y se pillan mirando a la pantalla hasta que pasa el metro a toda leche y les devuelve a la conciencia. Y cuando ya creías haberla olvidado del todo, vuelve esa voz: «Próxima parada: Conde de Casal», qué molesto… El intercambiador de Avenida de América (no había estado nunca) qué cosa más oscura. Parece que estés en una mina. Y el autobús a reventar desde la primera parada. Y el conductor que si «échense un poquito para delante, que no veo», que si «a ver que voy a abrir las puertas», el show de siempre. Entre tanta confusión he pasado de picar el metrobus, claro, y me ahorro un viajecito. Pero con todo lo mejor es que veo gente, mucha gente. Las caras, los colores (esto tampoco era así antes), las ropas, las modas, los piercings, los pelos, los colores de pelo, los zapatos, las zapatillas, las botas (todas las tías del edificio nuevo, todas, con las botas por fuera), ver qué leen, de qué hablan, en qué idioma hablan, de donde vienen, adónde irán. Al fin tengo algo mejor que hacer que decidir qué emisora poner o si pongo un cd o dejo la radio. Qué bien el coche en el garaje. Y además de ahorrar y no contaminar y no gastar, además mi cerebro entretenido y regenerándose, que falta le hace. Todo ventajas…

Dónde estabas entonces?

Hace 5 años yo tenía 25, pelo, novia, un coche nuevo, un trabajo que me gustaba y unos compañeros de obra. Comimos, como todos los días y volvimos a la obra a eso de las 3. Yo me subí a medir unas cosas por la obra y cuando bajé me encontré en la pantalla del ordenador la imagen de una torre envuelta en humo. No podía ser, pero era. Y no sólo eso: la torre de detrás empezaría a arder, tras una explosión (que por internet no vimos) unos minutos después. Luego vendría la incertidumbre, el desplome y el miedo a qué pasará. Y lo que ha pasado han sido 5 años: el mundo no es más seguro, al contrario, nos han privado de esas libertades de las que tanto se enorgullecen los americanos justificadas por una guerra contra el terrorismo que no empezó hace 5 años. Empezó hace muchos más, sólo que no queremos ver, como siempre, lo que no nos interesa. Hemos tenido que ver varios onces mas: en Madrid, Londres, Bombay, Indonesia… y los que nos quedan, porque esto, me temo, nos acompañará a todos por el resto de nuestras vidas. Que nadie crea que se va a resolver en unos años. Mi opinión es que pasará todo lo contrario. Solo viendo aquel tremendo agujero en la ciudad y escuchando el silencio que se oía uno es capaz de acercarse a sentir lo que allí se vivió hace cinco años.

Madrid Visión

El sábado hice algo que la gente de Madrid (supongo) habitualmente no hace: viajar en Madrid Visión. Si no me hubieran regalado unas entradas no creo que hubiera subido nunca (a menos que fuera con alguien que quisiera subir o alguien de fuera de Madrid). Hay dos rutas, la histórica y la moderna. La moderna deja bastante que desear. Castellana para arriba, Serrano para abajo. La histórica sí que merece la pena porque, una vez perdida la perspectiva de los coches, las aceras, las tiendas y la bulla a ras de suelo (efectivamente viajé en la planta descubierta del autobus), los edificios cobran otro sentido. La narración de los auriculares (el sonido para mi gusto bajo) muestra algunos detalles desconocidos de algunos edificios y calles. Aunque sin lugar a dudas me quedo con: (…) a continuación van a ver una serie de edificios a su izquierda. En primer lugar, el edificio Windsor, de 1979 (…) Dónde estará el pobre…

Funcionarios

Día de renovación. A las 9 en la Comisaría para el DNI. Una señorita (a la que estoy haciendo un favor al llamarle así) me solicita las fotos, el DNI antiguo, me jura y perjura que no puedo cambiar la dirección sin estar empadronado en la nueva (pero sí puedo cambiar la firma, lo que no entiendo) y de una forma un tanto asín me agarra el dedo, me lo pringa de tinta y lo estampa en el impreso. Ahí tienes para limpiarte. En un mes tendré mi nuevo DNI. El viejo llevaba caducado 2 meses pero ella no me ha dicho nada (ni cobrado de más, como hacían antes…). A la una y media en la Jefatura de Tráfico de Arturo Soria. Ahora (igual siempre, pero yo no lo sabía) hay dos edificios, con lo cual todo es más complicado. Primero en información una señorita (esta sí) me indica los pasos a seguir. Como no tengo fotocopia del DNI (siempre se me olvida algo) tengo que salir a la calle y hacerlas en una máquina autoservicio a la módica cantidad de 0,20€ la copia (33 pesetas por una triste fotocopia… endevé). De regreso a Tráfico, pago las tasas en la ventanilla de la «Bordereta del día»: la señora cajera de tasas (17,60€) era lo más seco del mundo… siempre hay que dar con alguno/a. En contra, la ventanilla 52 de la segunda planta donde he presentado todo lo demás estaba ocupada por una chica majísima a la que no le ha importado rellenar lo que yo había dejado en blanco o pegar la foto que llevaba sin pegar. Deberían ser tod@s así. Por qué están siempre tan amargados y por qué reniegan tanto? Que no se hubieran sacado la oposición si no querían estar allí…