Cosas que hacer el día de santa Teresa
– sacar el coche del garaje (cuántas mañanas sin hacer eso!). – darme de alta en el impuesto de actividades económicas. Coste del impreso 037: 1 euro (ya está bien, por tres hojitas con calca). – ir al curro en coche. – darme de alta en la Previsión Mutua de los Aparejadores y Arquitectos Técnicos aka PREMAAT. Tres cuotas por adelantado: 193 euros. – pagar un seguro de resposabilidad civil. Ahora sí puedo ir a la cárcel. – visar mi primer Documento Técnico de instalación, uso y montaje de andamio de fachada tubular europeo. – ir a ver el montaje del andamio tubular europeo de marras. – ir a dejar el coche al garaje y comer en casa (sólo me dió tiempo a una ensaladita rápida. Si ser pluriempleado significa comer poco creo que voy a pasar). – no ir a la piscina (mal también). – coger el tren a las 3 de la tarde. En lo que frenaba para terminar de pararse, reflejado en los cristales, me di cuenta de que: · Uso para trabajar la ropa que antes me ponía los fines de semana. · Tengo 31 años para 32 y se nota. Más cuando estás rodeado en el andén de diecisietes, veintes y veintitreses. A su lado soy mayor. Se me sienta una chavala al lado en el tren y lo primero que hace es poner los pies en el asiento de enfrente y sacar el libro «Aprender a conducir». Debería leerse también el de aprender a comportarse en un vagón de tren. El indicador del vagón decía «Próxima estación Las Retamas H15:22 T24º». – sobarme. Eché al iPod un disco buenísimo de Cake que me acunó hasta que no pude más y caí, allá por Villaverde u Orcasitas… Llego a Atocha. «Próxima estación Las Retamas. H15:31 T23º». – descubrir que el tercer centro de El Corte Inglés que se va a abrir en Leganés (el día 26) lleva por nombre (no me gusta) «Arroyosur», y que en el indicador dice M409 Fuenlabrada cuando debería decir M409 Leganés(-Fuenlabrada, en todo caso). Está en nuestro suelo, es nuestro, no de Fuenla. – cagarme en la puta varias veces en el servicio de averías de Tele2. El pobre chaval no tiene culpa pero yo llevo sin fijo ni adsl desde el martes pasado. Al final, todos los caminos conducen a Roma. – llegar al curro. Al oficial. Y currar. A eso voy ahora. – el resto del día lo gastaré aquí y en ir a ver a mis padres (y a cenar by the face, of course). En resumen: se me ha ido (casi) el lunes y no me he dado ni cuenta. Como en Ávila.