De transporte público

Hoy he empezado a currar en un sitio nuevo. Del 15 de noviembre de 2005 al 15 de noviembre de 2006 (ambos incluidos) he trabajado en cuatro empresas diferentes, lo que significa 3 cambios de trabajo en un año. Tela. Mi nuevo curro es de oficinista. Y me gusta. Qué pasa?

Voy en tren, metro y autobús (que solo me falta ir en nave espacial). Echaba de menos la liturgia esa de todos como zombies hacia la estación en plena noche (aunque ahora me pilla al lao), los pestosos de los repartidores de periódicos, que antes solo estaba el Madrid y mas, pero ahora hay mil. De hecho una señora (una señora cualquiera, esa misma que coincide con vosotros siempre) los había pillado todos. Y los llevaba en una bolsa. Deben ser como 4 ó 5. Yo he aceptado uno, ADN, pero me aburren estos periódicos un poco. Luego la escalera de Méndez Álvaro, la mayor concentración de gente por metro cuadrado. El momento de comprar un metrobus en las máquinas supermodernas que hay ahora, a lo Paco Martínez Soria. Ahora hay tele en el metro con voz y todo, y la gente es igual de borrega (o más si cabe porque están dormidos) y se pillan mirando a la pantalla hasta que pasa el metro a toda leche y les devuelve a la conciencia. Y cuando ya creías haberla olvidado del todo, vuelve esa voz: «Próxima parada: Conde de Casal», qué molesto… El intercambiador de Avenida de América (no había estado nunca) qué cosa más oscura. Parece que estés en una mina. Y el autobús a reventar desde la primera parada. Y el conductor que si «échense un poquito para delante, que no veo», que si «a ver que voy a abrir las puertas», el show de siempre. Entre tanta confusión he pasado de picar el metrobus, claro, y me ahorro un viajecito.

Pero con todo lo mejor es que veo gente, mucha gente. Las caras, los colores (esto tampoco era así antes), las ropas, las modas, los piercings, los pelos, los colores de pelo, los zapatos, las zapatillas, las botas (todas las tías del edificio nuevo, todas, con las botas por fuera), ver qué leen, de qué hablan, en qué idioma hablan, de donde vienen, adónde irán. Al fin tengo algo mejor que hacer que decidir qué emisora poner o si pongo un cd o dejo la radio. Qué bien el coche en el garaje. Y además de ahorrar y no contaminar y no gastar, además mi cerebro entretenido y regenerándose, que falta le hace. Todo ventajas…

2 thoughts on “De transporte público

  1. Dios mio, nunca pensé que llegase este momento… Ramon en transporte público!!!!

    Al margen de coñeos, prepárate con hacienda que verás que regalito te va a traer cuando hagas la declaracion. 3 trabajos en un año te va a salir por un pico, y haz la declaración que hacienda somos todos!

    Del transporte público ya te cansarás y acabarás harto, te lo dice uno que lleva unos pocos años «disfrutando» de él, que ahora al principio todo son ventajas. Si te sirve de consejo, aunque no sean de tu agrado, coge algún periódico gratuito, como el «20minutos» o el «que», que éstos serán los que realmente te distraigan del estresante caos que vivimos en Madrid.

  2. Bueno bueno bueno no me lo puedo creo ramion.Tu en el transporte publico? Que bulgar por favor,oliendo las pozas de los demas.»ke asko»
    La verdad que conociendote has caido muy bajo,y sobre hacienda pues ya lo sabras,estoy con mi primo fulgencio preparate que los reyes bienen apretando fuerte.
    Yo te dare un consejo.Levante tres horas antes te vas en tu Alfa romeo con tu cigarrito sin que te moleste ni dios y desayunas en el bar hasta que entres al curro.Ah y te vas leyendo el 20minutos mientras tomas el cafelito jeje

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