Una lluviosa mañana de sábado de 2004 llegué en cercanías a la estación de Atocha y, después de llenarme los zapatos de barro, conseguí acceder a la caseta de obra donde me esperaba mi compañero Ingeniero de Obras Públicas con un casco, un impermeable y unas botas de ingeniero. «A buenas horas», pensé mientras me las calzaba. De allí salimos para montarnos en un trenecito de tamaño XS que nos llevó hasta un lugar indeterminado bajo la calle Hortaleza por donde avanzaba a buen ritmo la tuneladora que horadaba el segundo túnel de la risa.
No sé si ya por entonces la empresa adjudicataria de la construcción de la estación de Sol (distinta de la nuestra) había empezado la obra o no. Lo que recuerdo es que cuando el túnel entró en servicio el año pasado hice un viaje por él para mirar, como un niño con la nariz pegada al cristal, lo que se intuía desde el túnel de la futura estación.
Pero hoy, cuando he salido del tren y he llegado al final de las escaleras mecánicas de subida he pensado que la estación era un gran bluff. No sé qué esperaba; realmente nada, puesto que ya la había visto por la tele y en internet; quizás que al verla en directo me impresionara algo más. Pero nada de nada. Me ha parecido una estación de cercanías subterránea más. Ni joya de la corona, ni joya siquiera. Arquitectónicamente. Como obra es, evidentemente, un obrón de campeonato que ha dejado la Puerta del Sol y la calle Montera más huecas aún de lo que ya lo estaban. Y como infraestructura es algo que a la ciudad le va a venir muy bien (como esa línea que quieres hacer, Pepiño, transversal a las de la risa. Sácala a concurso ya!!).
upongo que eso es lo que me hace diferente: todo el mundo despotrica sobre la salida acristalada y poliédrica y a mí es lo único que me gusta…
a mi no me ha gustado nada la stación ni la cúpula ni nada, la utilicé el otro día y nada… nada nuevo ni espectacular.
Pero se tiene que publicitar todo lo que se hace en Madrid que para eso es la capi del Reyno
Es fea y ciega los ojos, el otro día, por la tarde un solazo se reflejaba cegando mis ojitos verdes.
Demolición ¡YA!
Una de las suertes de ir en helicóptero de un sitio para otro es que me ahorro tener que ver estas cosas y llevarme chascos como usté. Eso sí, desde el cielo, el tragabolas ese mola.
Yo aun no he entrado en la estación, pero el tunel acristalado me gusta mucho. Es muy metro de Bilbao-piramide del Louvre.
Pero seguro que mucho más barata que la de Alameda de Calatrava en el metro de Valencia…
http://img142.imageshack.us/i/alameda00.jpg/
Qué video más bonito … pero me he estado fijando y no te he visto, jo :-p
Ah, lo de la línea de «la risa» qué es?
Besicos!
Demoler la estación subterránea más grande del país se llevaría por delante media calle Montera y media Puerta del Sol. Dejémosla como está; en unos meses nos parecerá que lleva allí toda la vida.
Pero… es un obrón de campeonato y como tal merece el reconocimiento.
Lux, más sobre los túneles de la risa, como siempre en la Wiki (clic).
Pues a mi las cochinillas estas acristaladas me encantan, pero hasta el suelo habrían quedado mejor, predigo que la barandilla se llenará de gentucilla que la que se prodiga por allí. Una pena.
Gracias! 🙂
Aún no la he visto «en vivo», pero por la tele parece que la cúpula es cuando menos original, muy rollo pirámide del louvre como dicen por arriba.
Gracias por el link explicativo, estaba harto de leer en prensa noticias sobre el «tunel de la risa» y nunca explicaban el origen del nombre.