Volver a la vida

Me gustan las películas de catástrofes, de siempre. Hay gente a la que no le gustan porque cree que escribirlas, filmarlas o verlas llama a la desgracia, como si dejar de verlas fuera a evitar que una balsa de residuos corrosivos fuera a reventar enfangando media Hungría o evitara que los petroleros se partieran en dos frente a Galicia. A mi me gustan, quizá no tanto por el tipo de desgracia que ocurre (me tiran más los fenómenos naturales, los extraterrestres y las lluvias de meteoritos, menos frecuentes, gracias a Dios) sino por el supuesto comportamiento de la humanidad ante ellos. Y sobre todas las cosas, para alguien que se supone que trabaja viendo construir edificios, resulta interesante ver el comportamiento del Empire State ante un tsunami o un meteorito, una vez que la realidad nos demostró, para desgracia de todos, un excelente comportamiento de las Torres Gemelas.

Ayer mientras desayunaba puse el 24horas y pensé que me había equivocado de canal. En la pantalla veía, como si fuera parte de Armageddon y con un frame muy bajo, una cápsula creada por la NASA en la que una serie de personas iban a salir de una cueva a seiscientos y pico metros por debajo de la rasante. Para mi, esa cota, con todos mis respetos para quien haya estado más abajo, ya es el centro de la Tierra. Cuando comenzaba el izado la realización mostraba la imagen de una cámara que filmaba el recorrido por el interior de un pilote encamisado de 54 centímetros de diámetro. Y después mostraba las poleas en las que el cable de acero se iba enrollando, convenientemente engrasado, haciendo mover, a su vez, un indicador triangular que mostraba los metros de cable recogidos, avanzando lentamente hasta una marca roja, momento en el cual desprotegían al cable de una de sus poleas para terminar de izar hasta la superficie esa misma cápsula, proveniente de aquella imagen inicial que más parecía una emisión vía satélite desde la Luna que desde allí debajo. Y de la cápsula salía ese mismo hombre que vimos entrar entrecortadamente, con su uniforme de minero, su casco y sus gafas, y se abrazaba a su mujer, a sus hijos, a los rescatadores y al Presidente, limpio e impoluto, tanto que parecía ser casi más un actor que realmente el Presidente habitual.

Vi ocho o diez veces el proceso completo a lo largo del día y en todas ellas tuve la misma sensación de felicidad al terminar cada ciclo de cuarenta minutos, al ver las sonrisas de los que esperaban fuera, los abrazos y los gritos de alegría. Y a pocos minutos de las tres de la madrugada, hora de aquí, llegaba a la superficie el último de ellos, el líder, y con él se volvían a empañar los ojos de medio mundo y por mi mejilla resbalaban, ya sin ningún pudor, un par de lágrimas, que volvían a recordarme por qué me desvié de mi camino de periodista. Una historia, un ejemplo, de esperanza, de esfuerzo y de superación, que además acaba bien. Qué más se puede pedir?

4 thoughts on “Volver a la vida

  1. Yo, como leí en un tweet por ahí, solo digo que se gastaron 14 millones de euros, les aconsejó la NASA, estuvieron cavando día y noche y los muy ingratos, en vez de dar las gracias a la humanidad, cogen y le dan las gracias a dios… Ains!
    Por lo otro, me pillaste sopa, pero gracias por la noticia y ponte el whatsapp ^_^

  2. La verdad es que la historia es escalofriante, de principio a fin y con todas las lecturas y análisis que se quiera hacer desde cualquiera de los ángulos posibles. Y lo mejor es que acaba bien.

    Y que aun me emociona más «leyéndola» contada por tí. Sí, hubieras sido un magnífico periodista, redactor o incluso escritor, estoy convencido.

    Me alegra muchísimo leerte, aunque sea una vez al cabo de las mil.

    Muchos besicos 🙂

  3. Muy de acuerdo con el anterior comentarista: la historia tal y como la cuentas emociona bastante más!
    Yo no sé por qué pero he seguido poco esta odisea. Tal vez he perdido la sensibilidad tras tanta tragedia vista por televisión, el caso es que no me ha terminado de enganchar (joder, hablo de ello como si fuera una serie…). O igual es que tanto despliegue mediático me ha echado para atrás, menudo show han montado. En fin, en cualquier caso sí me ha parecido emocionante al leerlo aquí.

    Lo que me pregunto es cuánto tardarán en salir las teorías conspiranoicas diciendo que todo era un montaje o que los mineros no estaban tan profundos y tal y tal. Que con lo de la luna y las torres gemelas todavía colean algunas.

  4. Yo pediríra que antena 3 no estuviera rodando ya la serie…
    Pero está claro que fue un gran ejempli de organización para conseguir un fin común, todo el mundo puso TODO lo que estaba en su mano para ayudar a los 33 mineros y sacarlos de allí. Tengo la sensación de que si hubiera sido en otro sitio les hubieran dejado morir.. Sí, tengo muy poca fe en la humanidad.

    ¡Saludos!

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