Alter ego

Existe en el mercado una empresa de instalaciones hidráulicas cuyo Gerente comparte su nombre conmigo. Nos llamamos exactamente igual: nombre y apellido, primer apellido; como los nombres de pila americanos, sobre el papel somos la misma persona. Durante mis años de obra conocí su existencia, en una ocasión le pedí presupuesto e incluso llegué a hablar con él, saliendo de dudas sobre un hipotético parentesco. Cada vez que cambiaba de obra, de empresa o de puesto surgía la pregunta «tu padre es…?» a la que yo siempre contestaba «mi padre es mi padre y no quien crees».

Descolgaba la ropa seca del tendedero esta mañana cuando sonó el teléfono por primera vez. «Eugenio?» «No, te has equivocado». «Perdona». Ya tendía la ropa mojada de la nueva lavadora por colgar la segunda vez que sonó y supe de antemano que era la misma persona, otra vez.

—Perdona, soy el que te ha llamado antes. Estoy llamando a una empresa de instalaciones?
—No, te has confundido.
—Es que este número estaba en la agenda del anterior comercial…
—De cualquier forma, este es mi número personal.

Mientras aceptaba sus disculpas y colgaba comencé a pensar en cómo estaría escrito mi nombre en esa agenda, si constaría mi nombre y apellido o sólo el apellido; o mi inicial con un punto detrás y después mi apellido o sólo mi nombre, con acento o sin él. Después amplié el pensamiento a otras agendas. En cuántas aparecerá mi nombre, en la hoja de la letra erre, con mi puesto o mi empresa o mi obra, las de entonces, anotadas entre paréntesis a continuación…

Mientras pensaba en todas estas inquietudes y escribía mentalmente esta entrada me di cuenta de que si tres de los cuatro últimos libros que he leído no hubieran sido escritos por el magnífico Paul Auster, estas líneas y estas reflexiones nunca hubieran sido así.

5 thoughts on “Alter ego

  1. Qué reflexivo y qué sesudo post … si es que es malo tener tanto tiempo pa pensar, 🙂
    Venga, va, mucho ánimo y muchos besicos!

  2. ¿Y si hubieras dicho que eras tu?
    Me intriga lo que pudiera ocurrirte… como en Trilogía de NY (Paul Auster)
    Yo el otro día dije que no, que la titular de la línea había muerto para que no volvieran a llamar, y no le importó mucho a la persona que preguntaba por mi.

  3. Cuidado con Paul Auster, en cualquier momento te puede hacer un clic en la cabeza y dedicarte a vagabundear por las calles hasta el país de las últimas cosas.

  4. Yo tenía un compañero de clase, en el colegio, que se llamaba exactamente igual que mi padre, ambos apellidos inclusive. Era super raro escuchar a la profesora pronunciarlo en la lista, siempre acababa mirando hacia atrás, no fuera a ser que mi padre estuviera por ahí y acabara por levantar la mano xD

Comments are closed.