Placaje

Esta tarde una señora ha querido atravesarme, como hacen los fantasmas con las paredes, para quitarme un sitio en el metro. La cosa fue más o menos así:

Me subo a la línea 10 de metro en Nuevos Ministerios. Iba con una compañera. Dos estaciones después se queda un sitio vacío delante de nosotros. Como ella se baja antes, me siento yo, que además voy más lejos. Me siento al lado de una tía que debía pesar… mogollón y que lejos de ir sentada iba tirada en el asiento jugando con el móvil (la pérdida de la dignidad, pero sin beber). A mi izquierda una mujer leyendo el 20 minutos.

En Principe Pío se baja Gema y se sube una señora mayor con bastón y sobre de radiografías. La del 20 minutos ni se ha dado cuenta y la gorda (y la llamo así porque lo era) ha mirado a la señora y ha seguido al móvil. El buen samaritano (yo) se ha levantado para que se sentara la señora. De pie me he puesto el iPod y he abierto el libro, no sin antes echar una miradita a la gorda en señal de «me das asco, gorda» que además ha entendido perfectamente.

En Batán, tres estaciones después se sube una mujer (rubia con las raíces morenas) y se coloca a mi derecha también de pie. Tras dos paradas más, en la estación de Colonia Jardín, la señora mayor se ha levantado para salir. Yo me he apartado dando la espalda a la de mi derecha, facilitando a la señora el camino más corto hasta la puerta y haciendo pantalla a la rubia de bote en previsión de que, efectivamente, se abalanzara sobre el asiento sin respetar nada más.

Con total tranquilidad me he girado sobre mis pies para sentarme en el sitio que legítimamente me pertenecía. La rubia intentó placarme para conseguir el asiento (por su derecha estaba la puerta y por la izquierda había un grupo de personas), pero yo me giré, la miré con seguridad y le dije «tranquila, eh!» e hice un gesto como de «no se puede ir así por la vida que te pueden dejar en evidencia, payasa». Ella hizo una mueca también y dijo algo, pero yo solo oía a Madonna decir «I don’t wanna hear, I don’t wanna know, please don’t say you’re sorry» en el iPod. Me senté entre la gorda y la del 20 minutos y me puse a leer.

3 thoughts on “Placaje

  1. Hola,
    Llevo unas semanitas cayendo por aquí pero nunca he hecho un comentario, he llegado, creo, que atravez de la Tirita…
    Pues sí, todo lo que has contado es cierto y mucho peor si estás embarazada, te lo juro que me han dado empujones a mala leche luciendo una tripota de 8 meses. No hay educación. He llegado a pedir que me dejaran sentar en el sitio reservado para ancianos etc, y me han mirado con cara como si yo estuviera loca o algo así, y por supuesto que algunos se han hecho los longuis y no se han levantado. Se lo toman a pecho eso de «Metro de Madrid, Vuela».

    Salu2

  2. Jajajaja, yo tambien hago esos gestos y digo mucho «gorda, eres una gorda» o «fea, levantate joer que estas todo el día sentada, se te en la cara so fea»
    Todo un caballero, si señor.

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