DosMilTrece

Pocas veces hay tanta diferencia entre doce meses. Este año anodino, otro más, me ha permitido ver dónde estaba al principio y dónde ahora, ver las cosas de aquí y de otros sitios, de bastantes, y comparar. Me ha permitido ver crecer a mi sobrina, de un bebé a una niña. Pero sobre todo he aprendido a mirarme yo, a ver lo de dentro, lo que no solemos mirar. Y la conclusión a la que llego es que todos los años son, más o menos, similares. Somos nosotros los que vemos las cosas que nos interesan de ellos, las buenas o las malas, y los que le ponemos la etiqueta. Mi año no ha sido ni bueno ni malo. Ha sido diferente. Y muy intenso. Vamos a por el catorce. Feliz año!