El final del verano

Mañana viernes por la mañana, antes del mediodía, se acaba el verano.
Cuando llegue la hora del Ángelus ya estaremos en otoño, la última estación meteorológica que nos queda por vivir completa en este año 2011, en el que las estaciones, esos antiguos períodos de tres meses, siguen durando 3 meses, pero cuya sensación de duración real es de años completos. Este verano ha sido muy largo; larguísimo. No por tener que trabajar, que es algo que en general se agradece, sino por haber tenido que hacerlo a diario hasta las siete de la tarde, de lunes a viernes, sin excepciones, sin jornadas intensivas, incluso en muchos días sin absolutamente nada que tener que hacer en horas, pero teniendo que estar físicamente allí, en el trabajo. Se genera así una sensación de cansancio y de escasez de tiempo libre que me ha traído hasta aquí, sintiendo que las últimas navidades fueron hace 30 meses o más…

La llegada de la nueva estación me pillará, además, fuera de mi ciudad, concretamente en Sevilla, donde últimamente he tenido que viajar bastante para terminar una obra. Cuando esté volviendo en el AVE en algún lugar entre el paralelo 57º Norte y el Sur está previsto que se estrelle un satélite, del tamaño de un autobús, que la NASA sabe que cae mañana, pero no dónde, ni exactamente cuándo. A mi todo esto me crea incertidumbre; desde cuándo la NASA no sabe dónde ni a qué hora aproximada va a caer el bicho? Desde cuando la NASA da esos intervalos tan abiertos? Porque el 57º Norte está al norte de Canadá y el 57º Sur al sur de Chile y Argentina. Eso en mi pueblo es no tener ni idea de nada. Y el bicho es suyo, lo lanzaron ellos hace años y ahora nos puede caer a cualquiera encima, por mucho que se vaya a desintegrar en 26 fragmentos y por mucho que la probabilidad de que caiga sobre alguien sea de 1 entre 3200.

Personalmente yo ya tengo una lista de lugares y personas sobre las que podían caer algunos de esos 26 fragmentos, pero por lo pronto me conformaré con que no caigan encima de mí o del tren que me traerá de vuelta a Madrid.

One thought on “El final del verano

  1. No me voy a quejar, pero llevo 6 años currando de lunes a domingo, sin días de descanso, en jornadas intensivas que van de 9 a 12 horas seguidas, haciendo más de 60 horas semanales … así es que sé perfectamente de lo que hablas.

    Por aquí esta semana está haciendo un tiempo buenísimo, y sin embargo esta mañana, a pesar de hacer un calor bastante bochornoso, está como nublado … pareciera que el tiempo sabe que va a entrar el otoño y se está poniendo la ropa adecuada …

    Besicos! 🙂

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