Desconsuelo

Hay días en que nada sirve de consuelo. Días, como hoy, en los que arrancarías el coche y te irías lejos, muy lejos, tratando de que la distancia sea el olvido. Días como hoy, en los que nada sirve, en los que las palabras de ánimo se quedan en meras palabras.

Hoy he firmado mi baja laboral. Dentro de dos semanas estaré fuera de la empresa donde he desarrollado toda mi corta carrera profesional, donde dejo grandes amigos y compañeros y de donde me llevo un muy amargo recuerdo de estas últimas semanas que, además de poner el colofón a un año lleno de despropósitos, arruinan buena parte de los meses venideros. Un golpe que uno no espera de un sitio donde lo ha dado todo. Una gran tristeza, indescriptible.

Pueden venir más desgracias? No lo dudes. Y si no al tiempo.