Αθήνα

30 horas en Atenas es un tiempo más que considerable para concebir una opinión de la ciudad, para decidir si te gusta o no, para clasificarla entre todas las que conoces y, por qué no, para ponerte del lado de los griegos o de los alemanes (con el tema de la deuda; ahora entiendo un poco a Angela Merkel), para comparar a nuestro país, del que yo siempre he tenido dudas, y al que volveré el domingo pensando como ZP: somos un gran país; no somos Francia o Alemania pero somos un gran país.

La pregunta persistente que suena en mi cabeza desde que llevaba aquí un par de horas es ¿En qué se ha gastado esta gente el dinero de los fondos europeos hasta que se ha cortado el grifo? ¿En qué? Todo el mundo despotricando de Lisboa hace dos años cuando fui (que si es vieja, que si está descuidada, que si parece España en los 60) y resulta que al lado de esta gente (que además han organizado en los últimos diez años unos Juegos Olímpicos y una Eurocopa) parece otro gran país.

El sur no es el norte, eso es evidente, pero sin conocer Italia diré que también hay varios «sures», y el nuestro no es el mismo que este. Además es rara. Mucho. Aquí mi lista de cosas llamativas:

– Chalecos antibalas. Los llevan muchos polis y todos los seguratas (el de Zara, el del McDonald’s…).
– Las calles no tienen líneas, ni contínuas ni discontínuas. Ni pasos de cebra pintados. Y algunos semáforos duran diez segundos para los peatones.
– Cruzas algunas calles y parece que has cambiado de ciudad y hasta de país.
– En general está descuidada y dejada. Los edificios poco o nada mantenidos. Y el conjunto es un poco deprimente. Esto va por zonas.

– Está poco iluminada. Y no será por ahorro energético: hay terrazas con ventiladores en la calle y las tiendas tienen el aire acondicionado a tope con las puertas abiertas. Además muchas líneas de autobuses van electrificadas.

– Las luces de navidad siguen puestas en algunas calles (hoy es 25 de julio).
– Uno de cada tres motoristas va sin casco.
– El Parlamento es como el Palacio de Riofrío (esto es una opinión personal mía).
– Las tiendas (algunas) abren a las 6 y cierran a las 9 de la noche. Otras siguen abiertas a las once y pico.
– Hay perros por todos los lados, dormidos. Y ademas con pinta de vagabundos, que lo serán.
– Los nombres de los sitios son como formulas fisicas, todo lleno de alfas, deltas, epsilons y nuestro querido número pi, en mayúsculas y en minúsculas.

– Hay zonas que parecen soviéticas, la calle del hotel, Pireos, sin ir más lejos.
– Y en el metro nada de dejen salir antes de entrar. Esto es más achacable a los guiris, aunque yo aquí lo sea.
– No hay papeleras en el metro, aunque el suelo no esta sucio; y aunque en general es antiguo y sin ningun alarde de cartelería, está bastante limpio.
– No he visto ninguna oficina del Banco Santander. A cambio vi tres Zaras, dos Bershkas y un Stradivarius.
– Puedes encontrarte con polis sentados en una terraza, de uniforme y casualmente sin chaleco antibalas.

Dicho esto diré que vine a ver la ciudad que existía hace 2500 años, aunque haya tenido que alojarme en la actual. Mañana, por fin, a la playa.

One thought on “Αθήνα

  1. La imagen que pintas es muy parecida a la que me contaba un amigo que fue allí en el viaje de COU … hace 20 años …

    Y pienso un poco como tú.

    De todas maneras, y a pesar de todo, espero que disfrutes mucho del viaje, que sé que lo harás 🙂

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