Adulto

Era viernes y tocaba Geometría Descriptiva, la única asignatura que el tercer año de carrera aún me quedaba sin aprobar de primero. Empezó la clase y tras la primera hora la profesora, en vista de la poca afluencia de gente a su clase y, previendo quedarse sin voz para todo el fin de semana, nos dijo que nos fuéramos, que la clase acababa ahí. Era el último día de la semana cultural de la Escuela de Aparejadores y empezaba san Cemento, la fiesta pagana dedicada a un patrón que existe, pero que se celebra en julio, fuera del calendario lectivo.

En el aparcamiento, vacío de coches, se habían instalado unas barras y unos bafles. La música ya sonaba en clase de Geometría, y lo siguió haciendo durante todo el día. Apenas éramos unos cuantos porque el solano de mayo hacía difícil estar allí. Aguantamos como campeones la mañana y nos fuimos en el 46 a comer a Moncloa con la intención de seguir por la tarde. Y lo hicimos. La sombra del edificio y los árboles nos permitieron tener una de las mejores y más distendidas tardes que recuerdo de los años de carrera. Uno de los mejores recuerdos que guardo de unos años que, aunque parece que están ahí al girar el cuello, cada año se distancian más en el recuerdo.

Volvíamos derrotados en el autobús camino de casa, pero con la media sonrisa, con la satisfacción de haber compartido un rato con gente con la que hasta entonces solo cruzábamos miradas y no palabras.


Diez años después de aquel san Cemento salgo por la nueva boca de metro de Moncloa en la calle Princesa. Miro y remiro los autobuses en la parada porque ya no recuerdo cuáles sí y cuáles no pasan o paran por la glorieta del Cardenal Cisneros. Me subo en el 83. Un par de minutos después estoy en esa glorieta cegado por un intenso sol. Al cruzar descubro con asombro a la Policía Municipal y a los Agentes de Movilidad impidiendo el acceso al tráfico en Juan de Herrera. Lo que me encontraría después me dejó de piedra.

San Cemento se ha convertido en un macrobotellón impersonal al estilo de las quedadas andaluzas de Granada o Sevilla que vemos por la tele. Los intentos de la organización por acotar el acceso con bebida al aparcamiento de Aparejadores son efectivos pero inútiles cuando la calle es libre y existen aceras o el aparcamiento de la Superior (donde nos encontrábamos nosotros). Simplemente impresionante la cantidad de gente que, ya en Batán, subía al metro con bolsas y destino «sanCe».

Y yo, iluso de mí, pensando que sería como la única vez que fui después de acabar la carrera, en 2003, cuando aún se podía entrar en el aparcamiento y cuando aún te podías encontrar con gente de tu promoción; cuando san Cemento era simplemente la fiesta de la Escuela.

Aguantamos hasta que el sol dejó de esconderse tras los pinos y empezó a darnos de pleno. Los que aún estudian allí, los que acaban de salir, los que están a punto de hacerlo se quedaron. Los que nada tenían que ver con la Escuela y los que nos sentíamos más extraños que propios enfilamos como pudimos el camino de vuelta.

La bofetada temporal de la mañana se convirtió en puñetazo, en noqueo. El camino de vuelta, esta vez sin compañía, lo hice serio, afectado. Frente a mí, en el vagón de metro de la línea 3, una pareja de vuelta. Las botas de ella, las zapatillas de él, los interminables bajos de sus vaqueros indicaban inequívocamente de donde venían. Las sonrisas de sus bocas encajaban en sus caras de cansancio. Por un momento me vi reflejado en ellos, hasta que se levantaron y vi mi verdadero reflejo en el cristal. Diez años después.


Me gustaría contar cosas de san Cemento, los modelis de las niñas y los niños, contar que siempre me toca al lado de los pesados de los timbales, que la raza «manejo-el-diábolo-que-te-cagas» aún no se ha extinguido, que corría el vino a raudales, que olía a hachís por todos los rincones, que el atasco de coches desde Séneca era impresionante; pero aún ahora, horas después, estoy impresionado e impactado.

Creo que hoy, definitivamente, me he convertido en adulto.

12 thoughts on “Adulto

  1. Cuando volvi ya no estabais, luego poco pasó. Siguió la solanera y nos fuimos dos pasos mas allá a la sombra, ya no habia hielos, ni nada. A las 8 fuimos al parking de la escuela y estaba cerrado asique nisiquiera entré este año. Ya no habia tanta gente y nos encontramos con algún aparejata y cayó algún cobatilla más. Cuando nos fuimos era de noche y la gente seguía bebiendo.

  2. Llevo cinco minutos intentando decir algo, pero he escrito y borrado 4 ó 5 párrafos y no doy con lo que quiero decir, así es que lo dejo, que debe ser el cansancio … o la edad, o vaya usted a saber (tendremos que hablarle de usted, que ahora es adulto :-p)
    Así es que me voy a dormir que mañana sigo currando.

    Besicos.

  3. Me parece una billante forma de describir lo frustrante que resulta intentar re-vivir acontecimientos pasados. Cuando yo regresé a la universidad para un seminario 7 años después, no tuve valor para entrar en la cafetería y pelearme para pedir un café por la cantidad de gente que había!…terminé con un capuchino de máquina mirando a la gente pasar desde un rinconcito.

  4. lamentablemente este finde he visto los caretos de los fiesteros en plena madrugada…sip este finde (que me he levantado alas 4.30 a.m.) he visto todo tipo de personajes y personajas como los que tu describes en elcomentario.
    Por cierto si esa San cemento: donde estaba Ferrovial, Fomento y demás compañías????

  5. Isas: Ferrovial, Dragados y todas mis ex no están para fiestas. Esto lo organizaba (en tiempos) el Club Deportivo y Delegación. Ahora, la verdad, me importa poco quién organice. Y san Cemento es una excusa como otra cualquiera. 😉

    Monstera, bienvenida. Es frustrante. Mucho. Y encima calvo. Espero volver a verte por aquí 😉

    Lux: de tu, porfaplis. A mi me costó lo mío arrancarme con el post también. Ayer me acordé de ti viendo Fama :-p

    Greca I: vosotras lo disfrutasteis algo más, seguro. Que la carpeta de Greca II haya aparecido esta mañana sin manchas de calimocho ya es todo un éxito xD

    Manda: cuando acabé la carrera era un chaval. De hecho lo sigo siendo, sólo que envejezco inside :S

    Don Otto: muchas gracias. Y siempre primer, como debe ser :*

  6. Te convertiste en adulto hace tiempo pero no te diste cuenta.
    Cada uno paso su fiesta en su momento. Con el paso de los años, será diferente 😀
    Bonita descripción, realista.

  7. He visto un niño muy mono en una de las fotos.

    Te invito a que vayas a Murcia el día del Bando de la Huerta. Que éso se queda pequeño!! XD

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