Aunque nunca me fui, hoy estoy de vuelta.
La idea era no escribir nada propio, de puño y letra, en todo el mes de agosto. Sustituiría esos comentarios por canciones, la primera que escuchara por la mañana, alguna que me trajera buenos recuerdos en ese día (o malos, quien sabe); pero a 20 de agosto soy incapaz de aguantar los días que quedan sin decir nada. Y además mi cabeza está baja de batería y no le viene la inspiración para postear más canciones, aunque alguna otra caerá. Así que de vuelta.
En los 20 días gastados de agosto hubo de todo. Mitad y mitad. Mitad de días con un calor tremendo, mitad de días con viento, lluvia y frío. Ya ha llegado el invierno, comentaba una pareja de señores mayores el sábado en Oviedo, porque una vez que viene este clima tan extraño, aunque quede un mes de verano cada día estará más difícil recuperar todo el calor. En Oviedo este fin de semana, en Madrid el resto del mes. Trabajando los primeros diez días, desfasando los otros diez. Fiestas. Fiestas de pueblo, de barrio, las fiestas de toda la vida: una excusa cualquiera para juntarte con unos amigos y salir y beber y bailar y beber y salir y beber…
Y de regreso al trabajo. Al mismo trabajo aburrido de siempre. Otro lunes más, con la diferencia de que el último lunes que sonó mi despertador entraba luz por la ventana y ésta estaba abierta. Hoy era aún de noche y la ventana estaba cerrada y bien cerrada, y yo dentro de la cama…
Bueno, bueno, bueno que sorpresa!!!
Ya era hora de que aparecieses por el cyberespacio. Me alegro que después de tanta fiesta, aún sigas con la suficiente lucidez como para escribir de vez en cuando.
Pues nada, bienvenido al asfalto y a llevar este «invierno» lo mejor posible
🙂