Restos de vendaval

El vendaval era impresionante. De repente parecía que estabas en Londres porque una nube de polvo se movía delante de la ventana y no se veía nada. La valla móvil de la obra por el suelo en todo el perímetro, la imagen de todas las grúas de la zona puestas en veleta y apuntando hacia el mismo lugar daba una idea de las condiciones meteorológicas del día.

Pero lo peor fue comprobar que el viento también se había cebado con el chiringuito de nuestros vigilantes… con lo bien que lo tenían… Pero claro, como no están en todo el día, cuando lleguen se encontrarán esto:

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