Otra historia

Parte 01. Tema a tratar.
Uno de los edificios más representativos de Leganés es el Hospital Psiquiatrico de Santa Isabel, el manicomio. Hasta hace un par de meses abandonado una y otra vez al final de cada Legislatura municipal y autonómica; para él se han dado usos de Biblioteca Central, Centro de Salud, Centro Cívico, Junta de Distrito y Centro de Especialidades Médicas (las diferencias de uso médico-administrativo-cultural depende de quién hiciera la propuesta. La Comunidad es la propietaria -al ser un Hospital- y quiere seguir dándole uso sanitario; el Ayuntamiento quiere que sea administrativo-cultural). Hace unas semanas han comenzado las obras de derribo del edificio manteniendo exclusivamente en pie la fachada mudéjar, que a fin de cuentas es lo único salvable. El proceso de rehabilitación consiste en mantener la fachada (anclada contra viento y marea -el cálculo de ese anclaje era pregunta de examen siempre en Mantenimiento-) y construir un edificio nuevo detrás de ella. Finalmente será un Centro de Especialidades y un Centro de Salud (cuando lo terminen me empadronaré en mi casa para que me corresponda y estar así al lado).

Parte 02. Tertulianos.
Mis padres viven en la planta baja de una casa de dos plantas. En la de arriba viven mi abuela, de 87 años, y su hermano, mi tío abuelo (el tío) de 96. Sus padres (mis bisabuelos), Cipriano y Eugenia (Tito y Tita) regentaban una taberna, la taberna, en la plaza de París. Mi tío trabajaba en Hidroeléctrica Española (hoy Iberdrola). Hoy al ser domingo toca comer en casa de mis padres. Después de comer subo a saludarles.

Parte 03. Conversación.
R [este soy yo]: has pasado por el manicomio?
A [abuela]: no.
R: lo han tirado. Vamos, lo están tirando.
T [el tío] : qué lo están tirando!?
R: sólo el edificio, la fachada no (enseño la revista para tranquilizar).
T: la iglesia también?
R: no, la iglesia no, pero el resto del edificio sí. Así les sale más barato que si lo hubieran intentado arreglar hace unos años.
A: harán lo mismo que con el cuartel.
[aquí hay una parte de conversación sobre qué van a hacer con él y demás]
T: todo mi trabajo allí lo han tirado con el edificio…
R: hiciste algo allí?
T: la instalación de la luz y de la calefacción.
A: 20 hombres trabajaban en la luz. Y a todos los daba mi madre de comer en la taberna. Yo tenía que fregar los cacharros. Y antes de comer! Me decía la maestra «como llega tan tarde, Trini?» y yo le contestaba que ni siquiera me había dado tiempo a comer porque me había levantado de la mesa sin terminar para fregar los platos a mi madre antes de ir a la escuela.
T: tenía unas salas tremendas de grandes. Y los techos al menos estaban a 5 metros de alto…

Parte 04. Conclusión.
Da igual sobre qué hables con ellos. Al final siempre llegas a alguna historia sobre algún sitio o alguna fecha de hace muchos años del que tienen algo que contarte. Y luego, de camino a casa, mientras paso por esos sitios, trato de imaginar que ya estaban allí hace muchos años, sin todo lo que ahora les rodea, sin coches, sin semáforos, sin bolardos. Que en el fondo, a pesar de ser para la mayoría calles y rincones sin mayor sentido, todos esconden una historia, una anécdota, que esa mayoría nunca sabrá, pero que yo sí sé, y que hace que quiera seguir caminando por aquí.

2 thoughts on “Otra historia

  1. Yo también podría apuntarme a contar alguna anécdota de cuando estuve trabajando (de jardinero, ojo) en ese psiquiátrico. Las hay realmente sorprendentes, creeme!
    🙂

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