Imprevistos
Un día te levantas para ir a currar pensando en que a la salida irás a la piscina, pasarás por casa de tus padres a verles, volverás a la tuya, pondrás un par de lavadoras y recogerás la casa para tener el finde a tu entera disposición y de repente, sin darte cuenta, son las 3 de la mañana, estás en la puerta de tu casa intentando acertar qué llave abre, borracho perdido, sin las lavadoras puestas, sin la casa recogida, sin ir a la piscina y sin pasar por ningún sitio que no dispense alcohol. Se nota que se acaba el año porque al más mínimo intento de ser una persona adulta y responsable te sale una fiesta no planeada que te pone del revés, te trastoca toda tu organización y, lo peor, hace que tus compañeros de curro que te tenían por un tío sensato hayan descubierto ya cómo te las gastas. El viernes que viene tenemos otra.