Cosas que hacer el día de Santo Tomás de Aquino

[Siguiendo con la serie «Cosas que hacer el día de«] – levantarme una hora más tarde. – ir a sacarme sangre. Estaba citado a las 8h30. Llego a las 8h27. Me dan el número 885. El su-turno tiene en pantalla el número 808. – cogerme el metro para ir a la Delegación de Hacienda. Llego a las 8h48 y no abre hasta las 9h00. Diez minutos a 5ºC. – casi desnudarme para poder entrar en la Delegación (gracias al arco de rayos X). Comprar unos impresos, el 300 y el 390: 1,45 euros. – volver al Hospital media hora después. A dos extracciones por minuto debería ir por el número 868. Va por el 834. Me voy de allí a la entrada que hay menos jaleo y me leo medio periódico. – entrar a la sala de extracciones. 9h45. Me sacan 5 botecitos hasta arriba de sangre roja rojísima (yo de príncipe nada). 17,50 ml en total (no llega ni al 1% de la que se supone que tengo). – comprarme dos donuts, uno con y otro sin chocolate para desayunar en casita mientras relleno los impresos 300 y 390 de marras. – intentar pagar el IVA en la Cajamadrid de al lado de casa. Una cola en la caja… Me voy. – leerme más periódico en el tren camino del curro mientras me daba el lorenzo en la cara. Más bien… – intentar pagar por segunda vez el IVA en el Santander de al lado del curro. Conseguido. Al final y sin trampear más me sale a pagar 69,28 euros (todo el día pagando). – llegar al curro. La de la varicela ha vuelto y en principio nadie más ha caído. – currar un poco. – ir a la piscina. Entre catarros, mocos, pereza y demás llevaba sin ir más de 10 días. He conseguido terminar entero y sin estornudar. – zamparme un plato de lentejas para recuperar el hierro perdido con la sangre. En Hacienda pitaba sin parar y en los bancos nada de nada… – volver al curro. Esta tarde me terminaré el plan de obra de la plaza de toros de Las Rozas. Alguien sabe que vale un burladero??

Gaticidio

PARENTAL ADVISORY Este post contiene partes que pueden herir la sensibilidad de según qué lectores. Los que tengan gatos que se abstengan de seguir leyendo. Anoche fui a cenar con un amigo al que le debía una cena a la terraza del parque lineal de Butarque. A esta terraza se llega a través de una calzada asfaltada, delimitada con bordillos a ambos lados y con resaltos de estos que ponen para que no corras. Yo no corría, iba despacio porque tengo las ruedas a punto de reventar del desgaste y además me suena una amortiguador, así que iba despacito y frenando dos metros antes de cada resalto. En una de estas veo cruzar a lo lejos un gato. No sabía que hubiera gatos; de hecho era la segunda vez que iba, así que si hubiera jabalíes, linces o mamuts tampoco lo sabría… Sigo el camino y justo cuando piso el freno dos metros antes del siguiente resalto por la esquina inferior izquierda de la luna del coche aparece un gato, o eso me pareció, porque dejé de verlo para sentir pum, pum, las ruedas pasando por encima de algo que no era el resalto. David me mira con cara de «qué ha pasado?» y yo sigo de frente. Miro por el retrovisor y veo un bulto que me parece un gato tendido en la calzada. Qué habrá pasado?? Cenamos, llegan 8 Policías Municipales (la terraza más segura de Madrid, sin duda) que supongo que quedan ahí después del servicio (?), se marchan, pago y nos marchamos. Camino de vuelta voy atento para no pasarme el lugar del accidente y, efectivamente, al llegar allí el gato sigue tendido en el suelo. Aparentemente no le pasa nada, pero el reguerillo de sangre que le brotaba debajo me indica que no sólo lo he matado, sino que ha debido de ser una muerte lenta. Yo iba a 30. A esa velocidad debí aplastarle sin causarle la muerte instantánea lo que le provocaría un destrozo interior y una agonía que no deseo para nada/nadie. Pero ocurrió. Tentado estuve de bajarme a ver e incluso hacerle la foto de rigor. Pero preferí pasar. El pobre gato quedó tendido en el suelo y nosotros volvimos para casa. Me sabe mal, pero la vida es asín.

103 pulgadas

Esta tarde he estado «de compras». La idea era traernos los reyes, el amigo invisible y todo lo que hubiera que comprar para las fiestas hoy y así evitarnos aglomeraciones, prisas y escaseces más adelante. El lugar elegido: Xanadú. Por qué Xanadú cuando al lado de casa tienes cuatro cortesingleses y las mismas tiendas de ropa? Porque en Xanadú están todas juntas y sólo se aparca una vez. Y porque me daba la gana. Recojo a mi hermana a las 14h30 y llegamos a Xanadú como unos 40 minutos después. Había más cola en los restaurantes que en las tiendas o en los accesos o en los aparcamientos. Aún así, siendo dos, nos cuelan y nos sientan antes… 15h30, recién sentados. Salimos de allí hora y media después, con 2 céntimos de propina y más cansados de esperar entre plato y plato que en una boda de pueblo. Y nos ponemos al tema. Planificamos una vuelta completa viendo, y luego ir a por las cosas que hayamos visto. Resumiendo: los reyes siguen allí, el amigo invisible también y lo único que me he traído han sido dos jerseys de H&M y una cazadora de MassimoDutti; al final tanto tanto con las tiendas y siempre compro en las mismas. Pero nos hemos pateado todo el Xanadú, planta por planta dos veces. Conclusiones: – dicen que no hay dinero, pero estaba a reventar y la gente cargada de bolsas. – había mogollón de tanos, muchísmos. – hoy en día cualquiera tiene un hijo. – hoy en día, por lo visto, tener un hijo te cambia poco la vida. – se llevan las calaveras en todo: camisetas, sudaderas, cinturones, zapatillas, vans, pañuelos, bolsos,… – hay mogollón de tiendas con ropa «como muy moderna», entendiéndose por moderna la que lleva la muchachada de 20 a 30 años para salir el sábado por la noche de copas. – la ropa chula sigue siendo cara. – ya ni miro en las tiendas de ropa chula (= cara). – en la planta de arriba de El Corte Inglés, mientras miras la ropa de Ralph Lauren huele al marisco que venden en el sótano en el Hipercor. – llegaba gente a las 9 y pico a esquiar. – hay palas de pádel de 200 euros. – jugar a la Wii delante de 103 pulgadas (como lo hacían los de la afoto) debe ser la caña.

De puente

Día de difuntos metido en el coche. >Motivos meramente profesionales me hacen bajar a Toledo, ciudad imperial, a visar un nuevo proyecto en el Colegio de Toledo porque la obra en cuestión está en esta provincia. Para eso he tenido que acreditarme en su Colegio con un número de Colegiado nacional que tendrá vigencia allí durante un mes. Un rollo, para variar. A-42 abajo camino de Toledo. A reventar de coches y de turistas, estos últimos se diferencian de ti en que llevan cámara de fotos. Como había pagado una hora de ORA para luego despachar el asunto en apenas 20 minutos he decidido darme una vuelta. En Toledo huele a navidad y no como en Madrid. Huele a mazapán. Y yo en Toledo y recién cobrado no tengo fuerza de voluntad ante el obrador de Santo Tomé. Así que me he dado un homenaje entrando y trayéndome una cajita de mazapán… Por el camino he visto esto: Un tío por el exterior de la barandilla, a 4 metros del suelo, sujeto sólo por su mano izquierda mientras que con la derecha limpia… viva la Ley de Prevención de Riesgos Laborales !!! Sagra arriba de vuelta a Madrid, parada en casa de mamá a comer y vuelta a los madriles con ella a comprarme unas ropitas (más que ropitas, la materia prima. Y en dos semanas cuatro camisas a 6 euros cada una. Y a medida…). No se ha ido tanta gente como otras veces. Yo creo que no se ha ido casi nadie porque las carreteras están igual de llenas y sitios para aparcar no he visto muchos.

Cosas que hacer el día de santa Teresa

– sacar el coche del garaje (cuántas mañanas sin hacer eso!). – darme de alta en el impuesto de actividades económicas. Coste del impreso 037: 1 euro (ya está bien, por tres hojitas con calca). – ir al curro en coche. – darme de alta en la Previsión Mutua de los Aparejadores y Arquitectos Técnicos aka PREMAAT. Tres cuotas por adelantado: 193 euros. – pagar un seguro de resposabilidad civil. Ahora sí puedo ir a la cárcel. – visar mi primer Documento Técnico de instalación, uso y montaje de andamio de fachada tubular europeo. – ir a ver el montaje del andamio tubular europeo de marras. – ir a dejar el coche al garaje y comer en casa (sólo me dió tiempo a una ensaladita rápida. Si ser pluriempleado significa comer poco creo que voy a pasar). – no ir a la piscina (mal también). – coger el tren a las 3 de la tarde. En lo que frenaba para terminar de pararse, reflejado en los cristales, me di cuenta de que: · Uso para trabajar la ropa que antes me ponía los fines de semana. · Tengo 31 años para 32 y se nota. Más cuando estás rodeado en el andén de diecisietes, veintes y veintitreses. A su lado soy mayor. Se me sienta una chavala al lado en el tren y lo primero que hace es poner los pies en el asiento de enfrente y sacar el libro «Aprender a conducir». Debería leerse también el de aprender a comportarse en un vagón de tren. El indicador del vagón decía «Próxima estación Las Retamas H15:22 T24º». – sobarme. Eché al iPod un disco buenísimo de Cake que me acunó hasta que no pude más y caí, allá por Villaverde u Orcasitas… Llego a Atocha. «Próxima estación Las Retamas. H15:31 T23º». – descubrir que el tercer centro de El Corte Inglés que se va a abrir en Leganés (el día 26) lleva por nombre (no me gusta) «Arroyosur», y que en el indicador dice M409 Fuenlabrada cuando debería decir M409 Leganés(-Fuenlabrada, en todo caso). Está en nuestro suelo, es nuestro, no de Fuenla. – cagarme en la puta varias veces en el servicio de averías de Tele2. El pobre chaval no tiene culpa pero yo llevo sin fijo ni adsl desde el martes pasado. Al final, todos los caminos conducen a Roma. – llegar al curro. Al oficial. Y currar. A eso voy ahora. – el resto del día lo gastaré aquí y en ir a ver a mis padres (y a cenar by the face, of course). En resumen: se me ha ido (casi) el lunes y no me he dado ni cuenta. Como en Ávila.

Flip

Vengo de la casa de campo de mi familia con el coche reluciente y a 10 por hora por el camino para evitar levantar polvo cuando de repente siento un aleteo, en plan helicóptero; miro a la derecha y descubro que tengo de copiloto al saltamontes Flip: Evidentemente me asusto. Tenía el tamaño de un mechero, así que clavo el coche (a 10 por hora) y salgo. Lo importante ahora es echar a Flip y ensuciar lo menos posible, por dentro y por fuera. No quiero matarlo; ni él tiene culpa por pasar por allí ni yo por llevar bajada la ventanilla. Debemos seguir viviendo los dos. Le doy un pequeño empujón con la Guía de Carreteras del Ministerio de Fomento y decide posarse en el interior de mi puerta. Le fotografío otra vez: Ahora ya sí es hora de despedirse. Doy a Flip otro empujoncito, cae al suelo y sale volando hacia el oeste. Me deslumbra el sol y no le veo ir, pero en el coche no está, así que sigo mi camino y supongo que Flip el suyo.

Confianza

Sábado 12 de mayo. Paro con mi alfita en un semáforo. Yo en el carril de la izquierda, para seguir de frente, y en el de la derecha se coloca un autobús para girar en ese sentido. De repente noto una presencia extraña, rollito Cuarto Milenio. Me siento observado. Me giro y, efectivamente, ahí está Guada: Guadalupe Bragado es candidata por el PP al Ayuntamiento de Leganés. De sus labios salió la famosa frase «los viejos solo dan mala imagen al partido«, algo por lo que sus compañeros la denunciaron. Esta joyita de persona, pendientes de perla rosas incluidos, presenta como reclamo electoral la construcción de aparcamientos robotizados. Muy bien Guada; se nota que sabes realmente poco de la ciudad que quieres presidir. El problema del aparcamiento no es qué tipo de aparcamiento construimos (en superficie, subterráneo, robotizado o no) sino dónde; porque para construir esos aparcamientos tan modernos y supermegaguays que quieres hacer (como para cualquier otro) lo primero que hace falta es sitio. Y no hay. Así que no nos vendas motos, que vamos sobrados. Un día después, subiendo la calle Toledo de Madrid diviso a lo lejos el autobús electoral del PP y acelero para colocarme cerca y hacerle también la foto a Espe: Estas dos señoras (sic) me piden confianza. Aguirre supongo que la tuvo en el photoshop puesto que los 55 años que tiene para nada se corresponden con esa foto y esa cara tersa, sin arrugas ni marcas, que han plastificado en los laterales del autobus. Confianza en que todo lo que haga (o deje de hacer) pasará por su photoshop particular (léase Telemadrid) en donde lo bueno será magnífico y lo malo, lo peor. Así es ella. Guada, que pide confianza aunque en las fotos no mira a los ojos (y eso denota desconfianza), lleva en sus listas a Francisco Salazar Rico… lo he leído y me ha sonado. Primero pensé que era un chaval del instituto al que creo que solo ví una vez en mi vida. Recordaba ese nombre tan rimbombante en boca de una amiga (algo piripi) en la cafetería Bilbao teniendo al candidato al otro lado del cristal del escaparate, algo sorprendido por la escena… Recuerdo hasta sus aspavientos al nombrarlo. Pero no, Francisco Salazar Rico es mi vecino del primero (uno de los que quería echar al administrador, y eso que el administrador fue concejal de su partido…). Una cosa Paco (que seguro que en el partido te llaman así): no vas a salir; supongo que lo sabes porque vas el 15, pero para las próximas en 2011 a ver si te presentas tú y le cuento a la gente que mi vecino se presenta a alcalde. Así te vemos la cara colgando de las farolas. Pero mirando a los ojos 🙂 Todo esto lo sé porque yo he votado hoy. Más chulo que un ocho. Por correo, pero he votado. En Leganés hay un partido «Ciudadanos por Leganés», como los catalanes. Y otro local, ULEG, se presenta además a la Comunidad (algo que no pasa con otros partidos locales de otras ciudades —reflexiono yo aquí—). A la Comunidad hay uno llamado «Salvemos Telemadrid»; y luego los clásicos: antitaurinos, verdes, «Madrid es Castilla», liberales, centristas, falange con jons, sin jons… un huevo de partidos.

Por debajo

La carretera te traga antes de pasar el elevado de Conde de Casal y para cuando vuelves a necesitar ponerte las gafas de sol estás en Batán. Impresionante. Hay una parte antes de salir a la calle en el Vicente Calderón en que crees que vas a aparecer en Segovia o en Asturias en medio de la niebla tras el Negrón. Pero no. Sales de frente al Vicente Calderón para recorrer 400 metros bajo la tribuna y volver a bucear otra vez hasta que sales y ves las torres de plaza de España en pequeñito por el espejo retrovisor. Y piensas: tanto he andado por ahí debajo? Diez kilómetros cien metros, desde Conde de Casal por el by-pass norte hasta la salida de la A5 a la superficie en El Batán. Solamente un tramo de nada bajo el Calderón. El resto túnel y túnel y más túnel. No pongo fotos porque no hice; pero es más de lo mismo.

Y tu?

Yo soy de esos. Yo soy de los que lleva las luces de cruce encendidas siempre. Ahora leo que la DGT estudia la posibilidad de hacerlo obligatorio (aún no se sabe en qué condiciones). Yo por lo pronto ya lo hago. Lo llevo haciendo más de dos años, desde mis primeras vacaciones en Girona donde me cruzaba todos los días con cientos de coches guiris que sí las llevaban encendidas (sobre todo por esas carreteras de la Generalitat de doble sentido que dan tanto miedo). Y lo sigo haciendo. En doble sentido y en ciudad. Sí, es cierto, se gasta más; pero al menos voy más reconocible. Si eres de los que piensa que está prohibido, incluso que quita puntos (como cree mi cuñado), echa un vistazo aquí y verás que no.

Otro estreno

Tenía que hacer unos recados, dos concretamente, en dos puntos opuestos de Madrid, así que a las cinco me monté en el coche con la idea de que en una horita estaría de vuelta. Total, es llegar, dejar el coche en doble fila un minuto y salir corriendo, pero… Pero al llegar a la M30 desde el nudo sur veo en un panel de información que hoy hay manifa y que estará cortado desde ya el eje Castellana-Recoletos y Alcalá-Gran Vía. Mierda. Tengo que cambiar de itinerario… Llego a Ventas, resuelvo en dos minutos y me doy la vuelta. Las opciones eran bordear esa zona por el norte o por el sur. Elijo M30 sur, mi preferida, y mientras avanzo hacia allá recuerdo que ya está abierto parte del túnel desde el Vicente Calderón hasta marqués de Monistrol… qué hago, me desvío donde debo o me meto al túnel a ver? Evidentemente me meto, entre otras cosas porque no me daba tiempo a esquivar la flamante nueva entrada: pero… al avanzar apenas 50 metros me encuentro con… el atasco subterráneo: Ir a 10 por hora me ha permitido hacer fotos a varias cosas chocantes. Primera, sin foto, los extractores del techo no funcionaban. Segunda. Hay salidas de emergencia, aunque no funcionan, pero en el carril derecho. Si te averías en el izquierdo tendrás que cruzar a sentimiento los cuatro o cinco carriles hasta llegar a la salida de emergencia, que más parece la puerta de Lluvia de estrellas. Como era de esperar hay mogollón de luz y es amplio. De otra forma sería un sitio bastante angustioso. Y el atasco a qué se debe, apenas cuatro días después de inaugurarlo? Pues a que los amigos de Ferrovial están arreglando un algo en el techo y primero nos redujeron de cuatro a tres carriles luego de tres a dos y luego de dos a uno, ya en la salida Perdí mogollón de tiempo ahí. Además para más remate no dejaban pasar desde plaza de España a Gran Vía y tuve que hacer un cambio de sentido bajo Bailén para colarme por Leganitos, dar la vuelta en Callao y llegar donde quería. Pero para cuando llegué ya estaba todo lleno de españoles, bandera y pancarta en mano, cruzando a diestro y siniestro, abarrotando pasos de cebra y el McDonalds (que el Pan’s es catalán y no), por lo que la operación retorno se complicó algo más. Resultado: dos horas y media en el coche. Un sábado a media tarde. Qué diver!!!

El listillo

Esta tarde he ido a recoger mi ordenador. Le he ampliado la memoria, el disco duro y me he puesto una grabadora de dvd, que no tenía; soy un antiguo ya de por sí sin play, pues imagínate sin grabadora de dvd… Enfilando la calle Ferrocarril se me cuela por la izquierda un Citroën Saxo gris. El listillo, siempre hay uno y además (yo siempre buscando motivos) lleva las pegatinitas con los nombres a los lados de la matrícula. «Tú sí que eres antiguo». «Y hortera». Acelero un poco, no vaya a pensar que va a quedar impune tras colárseme, quiero que sienta la presión, la culpa. Un poco más adelante frena en un semáforo y compruebo el nombre del listillo (siempre he supuesto que la pegatina de la izquierda es la del dueño del coche y/o conductor habitual): Diego. El listillo de llama Diego. Miro la pegatina de la derecha: Fernando. La primera vez que lo veo. Dos nombres de chico en el mismo coche. Conclusión que saco: hay listillos gays. Porque la otra es que hay gays horteras, pero eso no es difícil de ver. Unos metros más adelante, en la plaza que hay junto a la calle Méndez Álvaro (que se llama Plaza del Amanecer en Méndez Álvaro, cosas del Álvarez del Manzano…) el saxo frena ante un paso de cebra elevado y yo me pongo a su lado para verle la cara a Diego, o a Fernando, y ponerle cara de «eres un listillo de mierda y un hortera con esas pegatinas». Miro y quien conduce es una señora a lo Cándida supergraciosa. Evidentemente ante la sorpresa he pasado de ponerle caras y además ella que iba muy concentrada en ser una listilla ha pasado de mirarme. Exactamente lo mismo que hago yo cuando soy un listillo.