Rural

Para terminar los días de vacaciones de invierno me fui/nos fuimos unos amigos a pasar el finde a una casa rural. Yo no soy mucho de campo, de naturaleza, montes y paisajes. Yo soy más de ciudad, pero de vez en cuando no viene mal y si la compañía es grata, mejor. Es raro, de repente pasas de estar en tu ambiente, en tu salsa cotidiana, a encontrarte en una bucólica casa de piedra y madera, de pueblo, haciendo fuego en las chimeneas, preparándote para pasar dos días en una vida y en un entorno que no es el tuyo. O que no parece ser el tuyo, de nos ser porque las personas que te acompañan son tus amigos… una especie de peli americana en la que unos jóvenes se van a pasar unos días a la casa de la montaña, todo es ideal, nieva y de repente… aparece un asesino a complicarlo todo. Por suerte el asesino no vino, aunque perfectamente podía haberme liado a tiros con todos los vecinos del pueblo por consentir que no haya cobertura Vodafone. Hoy ha salido el sol, la nieve y el hielo han empezado a derretirse, yo he recuperado mi cobertura y con todo lo que me ha tocado en el reparto de los excedentes podría considerar que me traigo una suerte de cesta de navidad.

No iba solo

A cualquiera puede parecerle pesado, a mi incluso me lo parece si se hace con mucha periodicidad, pero un viaje en coche es una de las mejores cosas que pueden hacerse, si se organiza bien el horario para evitar operaciones salida, si se mira un poco el tiempo para saber cómo te va a ir y si se elige la música adecuada, claro. Yo viajé el viernes, pero salí a mediodía, con lo que el hipotético atasco que se produjo en Madrid me pilló ya por el reino de Aragón. Y no iba sólo; íbamos el alfita y yo. Porque tan importante es uno como el otro, y viceversa. Yo le doy lo mejor de mí y él me lo devuelve. Y mientras tanto hay tiempo para pensar en cosas que vienen y van, ver paisajes, cantar, tararear, hablar y hasta hacer fotos. Las dos primeras de ayer son de la A2, por Soria y Zaragoza, respectivamente. La tercera es el punto de la AP2 que cruza con el meridiano de Greenwich, que separa a España en dos mitades (sí, pero todas en el mismo hemisferio) y marca los usos horarios del planeta. Tenemos la mala costumbre de mandarnos un sms cada vez que lo cruzamos, vayamos a vernos o no. Las fotos de ciudad corresponden a Vic, capital de la comarca de Osona, que celebraba estos días un mercado medieval. Vic, su centro, ya es medieval per se, así que el entorno era el propicio para instalar un mercado que atrajera la atención de miles de personas que terminaban por desmerecer el conjunto final. No recordaba una aglomeración tal. O yo no me recordaba dentro de una aglomeración tal. Pude ver la catedral y ver algunos de los puestos, me compré un cinturón de piel, me zampé un montadito de butifarra blanca y volví del medievo. En las fotos de ayer la plaça Major (en panorámica photoshopeada) y la plaça del Bisbe Oliba donde me llamó la atención la catedral y los dos edificios de corte moderno, también de la Iglesia. Y aquí la portada de la catedral de Sant Pere, que en su conjunto es un repertorio de estilos, y otra vista de la plaça. El lunes fuimos a visitar las cavas de Codorníu en Sant Sadurní d’Anoia. La visita es altamente recomendable. Te enseñan las antiguas bodegas, modernistas, Monumento Nacional y te cuentan la historia de la familia Raventós, que es la que lleva el negocio familiar de Codorníu, que era el apellido familiar hasta que se perdió con Anna Codorníu (de ahí el nombre de ese cava), el proceso de elaboración y cosas diversas. Te puede tocar un guía bueno, que sea conciso y hable en español o te puede tocar el guía que se enrolla mogollón (hasta el punto de que los grupos siguientes nos iban cazando) y que mezcla el español y el catalán sin darse cuenta… Ara, me quedo con este, porque a la larga la visita tiene más encanto y al final acabas hablando con él de Schuster (siempre presuponen que eres del Madrid por ser de Madrid). La visita incluye bajar a ver las cavas: cinco plantas subterráneas con galerías paralelas y perpendiculares de 500 y 150 metros de largo, con 13º de temperatura constante y miles de millones de botellas de cava del que, al final, te dan a probar. En la planta menos cuatro había un trenecito. Da un poco de cague, pero merece la pena el viaje. Y después te vuelves, un día cualquiera, un martes; y disfrutas, otra vez, de carreteras vacías.

Cosas que he descubierto este fin de semana

— Se tarda menos en aparcar en el centro de Madrid la noche de Halloween que un jueves a fin de mes. — Existe gente, familiarizada con el entorno Windows y Microsoft Office, que para reducir una foto de tamaño la adjunta en un correo electrónico para que el Outlook la reduzca… (jarl!) — El Colegio cierra por la tarde todo el mes de diciembre hasta después de Reyes gracias a Cortylandia. — El número más alto del contador de la gasolinera vuelve a ser el de los litros. — El jarrete es la parte de detrás de la rodilla. Lo comí de cerdo. Todo músculos. — Se puede comprar un billete de ALSA por internet desde el móvil. — 3 de cada 4 personas que subieron una escalera con el último peldaño más alto que el resto, tropezaron. (Amigos de las reformas, tened en cuenta la altura de las tabicas a la hora de cambiar un solado!!). — Si usas un 45 de número de pie es posible que no tropieces. — Ya es navidad en algunos sitios: — En la Gran Vía, en navidad, hay más agentes de movilidad que papeleras. — El pasaje de acceso al aparcamiento de Plaza de España está colonizado por los chinos. Un restaurante tenía unas 20 personas haciendo cola para entrar! — Dejas de conectarte una semana al feisbuk y te encuentras cienes de solicitudes de todo tipo. — Me he hecho con el alfita 177 kms, que es la distancia entre Madrid y Salamanca, Valladolid o Ciudad Real o un ida y vuelta a Segovia o Ávila, pero sólo me he movido en 13 kilómetros cuadrados, que es el 3% de la superficie de Madrid. A 29 km/h de media!…  lo que viene siendo como morir dentro de un coche. — En cuatro madrugones días estaré de vacaciones, otra vez!

Décimas

El lunes me acosté con unas decimillas de fiebre. Se quedaron a dormir. El martes seguían en la cama conmigo cuando sonó el despertador. Me quedé con ellas en la cama un rato más. Y otro más. Pasaron la mañana conmigo pero me fui a comer con mis padres y tuve que dejarlas en casa. Alguna se vino conmigo dentro de la chaqueta, o dentro de las converse, o dentro de mí. A la vuelta seguían en casa. Por allí. Intenté esquivarlas viendo Supermodelo. Algunas se fueron. A otras les molaba y se quedaron. Cambié a OT para ver si se marchaban. Aún así quedaron algunas. Me senté a dibujar un andamio nuevo, a ver si se aburrían. Cuando terminé ya no quedaba casi ninguna pero había perdido mi oportunidad. No fui a ver a Indy. No todavía. Esta mañana al despertar volvía a estar solo. Fui al médico y le dije lo que me había pasado. Me dijo que la próxima vez probara con paracetamol. Ya era tarde y el SER es gratis esta semana, otra vez. Me fui a currar en coche. Y mi nuevo jefe me tenia preparado un marroncillo que se ha cargado el día. Pero lo terminé y me volví. Dónde está la primavera? Me aburro.

Twister

Me duele la garganta. Tengo tos seca. Moqueo. Odio que en marzo haga calor y en mayo frío. Y que llueva tanto cuando no debe. Y que no lo haga cuando debe. «Agua de mayo crece el pelo», dice mi abuela. Falso. 32 años comprobándolo, los últimos diez con demasiada intensidad. Ayer fuimos a ver la casa de Maiquelnait. Se va a vivir a Loeches, que está en Madrid, aunque yo pensara que era Guadalajara. Está a menos de 40 kilómetros de mi casa pero hay que transitar por cuatro autopistas y otras tantas carreteras comarcales de esas que piensas que ya no existen en Madrid. Primero la M45. Luego la R3. Es la primera vez que me toca pagar un peaje para ir a casa de un amigo. Aquí en los madriles no estamos muy acostumbrados a este ritual. Superado el peaje, camino de encontrarme con el huracán/tormenta. Momento twister. La R3 tiene viaductos por arriba y por debajo. Y otra vez por arriba. Hubo un momento que pensé que estaba en Asturias, todo tan verde, con carreteras tan estrechas y sinuosas y cero coches por el camino. Finalmente al fondo la bóveda del monasterio/convento/loquesea de Loeches city. Olor a tierra mojada y tañir de campanas. Todo muy pueblo. Demasiado far away para mi gusto.

Bolillo

Este falso puente o he estado en mi casa, en el Madrid festivo que abre El Corte Inglés el día de la madre, o he estado en la provincia de Toledo por unas u otras razones. Así que ha sido un finde semibolo. El miércoles lo empecé en Talavera y en el atasco y el sábado estuve en la localidad de Chozas de Canales pasando el día del Cristo con unos amigos oriundos. Hacía tanto que no bajaba a Chozas en general, a las fiestas de mayo en particular y por el camino detodalavida en concreto que tuve que parar a mirar el plano de carreteras porque pensé que me había confundido… lo que se ha construido por Toledo… madrecita. En el semáforo de Yuncos donde fui consciente de que iba bien vi esto Pelo humano para extensiones. Interesante. Sigo mi camino y llego a Chozas. Hubo un tiempo en el que iba tanto por Chozas que merecía (y de hecho sigo mereciendo) una calle como la Pantoja en Marbella. Porque yo siempre he ido exclusivamente como turista. Me conoce todo el medio pueblo, lo que es un problema cuando tú no te acuerdas ya de todo el mundo. La gente te saluda y no sabes quiénes son. Pero sonríes. Y listo. Allí pasamos el día haciendo lo que hay que hacer: tostones, cañas, comida, siesta, procesión, cena, orquesta y cobetes. Y como ahora soy un chico cero,cero me volví a casita a dormir. En agradecimiento a la familia Ballesteros Sánchez que tan amablemente me acoge siempre cuelgo aquí el vidrio del Himno que le cantan al Cristo, para que lo puedan ver tantas veces gusten.

El atasco perfecto

Si yo no me he ido de pasarela festiva (porque en Madrid no hay puente como tal) cuándo o dónde o por qué o las cinco uvesdobles del periodismo para esta foto parida por mi N70? San Cemento, no había sido ya? El día después es al día siguiente del concierto de Siniestro recordé que al final no le había pagado la entrada a nedrosed, así que, como la próxima semana es su cumple, busqué otras entradas para otra cosa u otro concierto como regalo y in return. Es por esto por lo que ayer nos zampamos la operación salida del falso puente de mayo a bordo del alfita. La foto está tomada en la incorporación de la R5 con la A5. Tardamos dos horas y media en llegar a Talavera de la Reina (aka Ceramic City) donde en el pabellón ferial de la segunda foto actuaba El canto del loco. Y acerté al cien por cien. En Madrid, además de no quedar entradas para el Palacio de los Deportes el problema es ese, el propio Palacio. Aquí vimos antes, más cerca y mejor un gran concierto. Hacía varios años que no veía a ECDL en directo y tengo que decir que han mejorado mucho y que su espectáculo es de lo mejorcito que se lleva por aquí. Otra cosa es que él o ellos te caigan mejor o peor. Pero el concepto de grupo es casi perfecto. Guste o no. Antes, durante nuestro atasco, habían tocado unos teloneros llamados Sin rumbo, que no vimos. Llegamos cuando la cuenta atrás de las pantallas marcaba algo más de cuatro minutos. Por los pelos. Duró cerca de dos horas, había un rango de edades bastante amplio y tocaron casi todo el disco nuevo y una selección de las antiguas que me pareció muy interesante. Por cierto Talaveranos, mientras las luminarias General Electric que cuelgan del techo no se encienden, el concierto no ha terminado. Y esto es así siempre. Muchos vieron bastante más lejos el útimo de los tres bises por no seguir esta norma. Al que le pasara esto aquí le dejo la última de todas. Y aquí Besos y Eres tonto. Para rellenar un rato del falso puente. Las fotos del concierto son de nedrosed. Las Grecas, que se vinieron, me pidieron que titulara El atasco perfecto. Como agradecimiento espero que ellas os dejen aquí abajo sus impresiones. Y comparais.

Sé que os gusta

Por eso os cuento la excursión de ayer. Nos invita Iberia (por enésima) a una subasta electrónica. El concurso versa sobre la adecuación de una nave existente en Barajas para volver a darle uso. El edificio está incluido en el catálogo de edificios protegidos bajo el epígrafe Arquitectura Industrial del Movimiento Moderno. Y está abandonado! Como el calvorota de instalaciones no puede venirse me llevo a su becaria. Nos hacen ir hasta La Muñoza para después, y en un desfile de coches a lo funeral, llegar hasta el edificio que está delante del aparcamiento de la T1. La nave es simple. No tiene mayor encanto que su cubierta de diente de sierra que me gustó mucho, mucho, mucho. Pero ya. Nada más. Hay que demoler muchas zonas (interiores, of course), cambiar todas las instalaciones, fresar las soleras, cambiar cristales, repasar la cubierta, arreglar goteras… pero no hay Proyecto!! Hay que redactarlo, valorarlo y ofertarlo. Y todo en 15 días. Ahí decidí unilateralmente (y sin contar con mis superiores) que pasabamos de presentarnos. Así que por no hacer un feo nos quedamos hasta el final, a pesar del frío, y cotilleamos un poco. Y descubrimos, además de un gato que salió haciendo fú como el idem de un foso, que como buen taller que se precie, tiene tetas. Aquí una muestra pero había bastantes más. Y como sin tetas no hay paraíso y aquí había bastantes pares dedujimos que la nave era el paraíso terrenal. Sobre todo cuando recibimos la bendición Urbi et Orbe en la sala de pinturas de la mano del desaparecido «Juan Pablo, segundo, te quiere todo el mundo». Amén.

Con zapatos nuevos

La <chiquito>Beneméricant</chiquito> podía pararme rutinariamente y encontrarse en la disyuntiva de tener que elegir si sancionarme por: a) Ir sin matrícula delantera b) Ir en los alambres (con las ruedas totalmente desgastadas) c) No tener pasada la ITV. A fecha de hoy ya solo me queda la ITV y será esta semana. Mis viajes a Charco Real y a Toledo han dado ya sus beneficios.

El circo y los enanos

El martes recibí mi sexto encargo profesional freelance, el tercero de la temporada. Después de los cinco anteriores, en diferentes provincias y con contratiempos de todo tipo, ajenos y no a mí, este nuevo prometía ser rápido y concreto. No en vano el miércoles, solo 24 horas después, el Documento estaba terminado a falta de dos detalles económicos y de imprimirlo. Ayer, patrocinado por HP, las impresoras se rebelaron y la que funcionaba se quedó sin toner. Esta mañana, madrugón extra de por medio, encuaderné las tres copias y después del desayuno he ido a visar. La semana pasada para una consulta similar tardé cerca de una hora en hacer un viaje de diez minutos, cortesía de la huelga de autobuses de la EMT; hoy opté por el taxi. Peseta amable y dicharachero, desde avenida de América hasta allí 6,45 euros, cigarrito, ascensor y… planta 3 desolada, llena de cajas y solo un hombre, de la casa de mudanzas para decirme lo que después leí en un cartel: que el Colegio está cerrado hasta el lunes y el martes reabre en su sede histórica frente a Cortylandia. Fantástico. Un nuevo viaje en vano, 17 euros en taxis para nada y contra mi corto beneficio freelance, y otro retraso más en la entrega. Yo pensaba que esta vez saldría todo bien pero los enanos me crecieron antes de montar incluso la carpa del circo. Los días que quedan hasta el miércoles se me van a hacer eternos. Lo veo venir.

De paseo

Esta mañana hemos estado de excursión. Nosotros semos chicos de oficina, oficinistas, pero de vez en cuando nos acoplamos con alguien que sale a obra para dar una vuelta, echar un vistazo o, como yo esta mañana, ver in situ una obra contratada por un servidor. Así que nos hemos ido donde Cristo perdió el iPod, Yebes, Guadalajara, a ver la obra del nuevo Ayuntamiento. La jefa nos dijo en las Jornadas que había que señalizar las obras para que nos conocieran, que era muy importante. El jefe de obra de Yebes se lo tomó en serio y ha forrado la valla de carteles. Y como tenía de sobra me he traído uno para colocar en el currículum de placas de obra que tengo en una pared de mi casa. Soy asín. De allí, a la vuelta, hemos pasado por Paracuellos de Jarama, donde no había estado never, a ver otras dos, de viviendas. En estas ya he sentido algo raro al ponerme el casco, al subir y bajar escalones de hormigón, al ver el replanteo del ladrillo de fachada y al oir el ruido de la grúa. Una cierta morriña; igual algún día me doy una segunda oportunidad en obra…