Sorpresas
Cuando a las siete menos cuarto sonó el despertador y me levanté, eché un vistazo por la ventana del salón. La calle limpia, el cielo cubierto y el alfita, aparcado enfrente de la puerta de casa, sin rastro de hielo. Una vez más las predicciones de Mónica anoche se cumplen a pies juntillas. Tres cuartos de hora después salgo a la calle camino a la estación y noto frío, aunque menos que ayer. Transbordo en Atocha, transbordo en Nuevos Ministerios y al salir a la calle en Colombia: la nieve. Nevaba copiosamente. No eran copos sueltos propios de la precipitación y de la temperatura baja: era una nevada en toda regla, y yo sin capucha ni gorro ni nada. Sólo yo y mi pericia para subir la calle Colombia, con la acera nevada, y unas Munich que ya resbalan en determinadas superficies en seco, pero ahora sobre nieve. Así luce la calle en dónde está la Copisa. Podremos salir a las tres?? O nos tocará pasar el finde aquí encerrados a lo Gran Hermano? Dos horas más tarde… El paseo de la Habana y al fondo, la torre Picasso Y el famoso muro que se iba a caer No sé el resto de la ciudad y de la Comunidad, pero esta zona está preciosa. A abrigarse y a disfrutarlo, aunque sólo sea visualmente.