Quiche

Desde que me independicé rara es la semana en la que no ceno, al menos una vez, en casa de mis padres. Desde que se casó mi hermana el problema fue cuadrar su visita con la mía y así cenar all together now (como diría una amiga mía). Así que un día en semana, generalmente lunes o martes, cenamos juntos. El mes pasado se me ocurrió la idea de cambiar el lugar de celebración de esa cena, al menos en verano, para así poder disfrutar de esa misma cena pero en la calle: en mi patio, por todos conocido, o en la terraza del ático donde vive mi hermana. A mí solo me ha tocado de anfitrión una vez, la semana pasada, aunque terminamos cenando dentro por el fresquete y la amenaza de lluvia, y la cena la trajo toda mi madre, postre incluído. Mi hermana se lo curra más y cocina. Hoy hemos cenado quiche, que ha preparado con ayuda de un juego de la DS que, como si fueras medio memo, te va contando paso a paso todo el proceso. Después de 40 minutos de horno, esto es un quiche: Ha salido un poquito soso, pero buenísimo anyway. Mientras cenábamos frente a nosotros se formó este impresionante cumulonimbus (que derivó, anochecido, en relámpagos) que voy a mandar a los de El Tiempo a ver si mañana sacan la foto.

Tatuaje

«En este cuadro se pone la inicial de tu nombre, en este la de tu novio, en este un número del 1 al 9 y aquí se dibuja un corazón. Y, cuando se dibuja el corazón, tienes que pedir un deseo. Me dejas que te lo haga?» Ésta fue la respuesta que me dio mi prima al preguntarle qué llevaba garabateado en el dorso de la mano. No me podía negar, claro, a pasar por ese juego cuando, además, «si lo haces tantas veces como has puesto en el número se te cumple el deseo». Surgió un problema durante la ceremonia y era que yo no tenía novio, así que resolvió con que pensara en un familiar o «alguien que te guste, que también vale». En la tele en ese momento salía el corresponsal en París, así que le dí esa letra y un tres para no parecer muy desesperado. Ella había elegido un uno, así que su deseo se cumplirá con mi nuevo tatuaje. Alguien se ofrece? Tengo listo el boli bic 🙂

Fiesta

Como todos sabemos, en 1978 se aprobó la Constitución Española, vigente en la actualidad, que recoje en su artículo 16.2 que «ninguna confesión tendrá carácter estatal». Un año después, en 1979, se firmó un acuerdo entre el Estado y la Santa Sede, previo al desarrollo de la Ley 7/1980, de Libertad Religiosa, que articula ese punto de la Constitución. En el artículo 1.3 de la citada Ley se repite que «ninguna confesión tendrá carácter estatal». Durante la década de los ochenta, con los gobiernos socialistas de Felipe González, se acuerdan una serie de medidas entre la Igesia y el Estado, como desarrollo de esa Ley. Un ejemplo es la eliminación de determinadas fiestas religiosas del calendario que antaño lo fueron con carácter laboral, como San Pedro y San Pablo o el jueves del Corpus Christi, entre otras. Un amigo sacerdote me comentó una vez que, con toda la carga ideológica en contra, quienes más han hecho por la Iglesia en España fueron esos gobiernos, que además dejaron a la Iglesia (y eso se ha mantenido con los siguientes gobiernos de derecha e izquierda) en la mejor posición posible en comparación con el trato que reciben del Estado en otros países de la Unión, incluida Italia. Y la Iglesia aceptó, con todas sus consecuencias, de manera que el dicho «tres jueves hay en el año que deslumbran más que el Sol: Jueves Santo, Corpus Christi y la Ascensión del Señor» quedó a la altura de un solo jueves y como fiesta autonómica. Mi madre aún recuerda que el año que yo hice la comunión hubo procesión el jueves, pero ya no era fiesta. Ahora las fiestas son catorce y este año, por ejemplo, se configuran así: dos son locales (en Madrid son San Isidro 15/05 y La Almudena 09/11); hay otros siete festivos nacionales «no sustituibles» (Año Nuevo 01/01,  Viernes Santo 10/04, Día del Trabajo 01/05, la Asunción de la Virgen 15/08, la Fiesta Nacional de España 12/10, La Inmaculada Concepción 08/12  y Navidad 25/12). A continuación empieza la España de las Autonomías: la primera es la fiesta autonómica propiamente dicha (en Madrid, el 2 de mayo) y después el Ministerio de Trabajo ofrece varios festivos con caracter autonómico para que cada comunidad complete con cuatro más, e incluso las sustituya por sus fiestas tradicionales, hasta llegar a catorce. Una de esas fiestas autonómicas es el 6 de enero, Reyes, sólo que generalmente (este año también) ha sido elegido festivo en todas las comunidades. El problema es que este años se pierden Los Santos 01/11 y La Constitución 06/12 porque caen en domingo… nos faltan fiestas! Qué hacemos? Lo más sensato y fácil hubiera sido hacer festivo el lunes 2 de noviembre, como sugiere el Ministerio, porque el 7 de diciembre lo será en bastantes convenios y además no interesan muchas fiestas en diciembre, porque interesa abrir. Pero también podía ser festivo el 25 de julio Santiago, aunque es sábado y no mola y además… por qué no pasamos de una vez de las fiestas religiosas y colocamos ese día festivo que nos sobra un lunes o un viernes de alguno de esos meses tradicionalmente escasos en fiestas como febrero o septiembre? Tampoco es cuestión de hacer fiesta autonómica el Orgullo, pero por qué no somos más originales que nadie y damos como festivo el día de la Mujer Trabajadora (8 de marzo), o el día de la Tierra (22 de abril), o el día del libro (23 de abril), o el día de Europa (9 de mayo), o el día Sin Coches (22 de septiembre), o el día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre), o el día de las Naciones Unidas (24 de octubre), o el día Universal del Niño (20 de noviembre), o el día Mundial de la lucha contra el VIH (1 de diciembre), o el día de los Derechos Humanos (10 de diciembre)? Hay 248 días en el calendario para elegir, pero nuestra Presidenta, Esperanza Aguirre, decidió convertir en festivo el jueves 11 de junio, San Bernabé. Y que no os cuenten milongas de que es el Corpus, porque el Corpus es el domingo 14, como lleva celebrándose desde que la Iglesia dijo sí al cambio del jueves al domingo en los ochenta, y como pone aquí en la página 19. Por qué esta fiesta? Para reirnos de quién? De los pobres curritos que mañana abrirán los cortesingleses y los carrefures? De los estudiantes que se examinan mañana porque nadie pensó en septiembre que ni  por asomo el 11 de junio fuera a ser festivo? De los católicos que mañana estarán en su casa esperando a que llegue el domingo y celebrar su fiesta de precepto el domingo sin haber perdido un día de trabajo? De algún colectivo más en particular o de todos en general? A veces, más de las que me gustaría, me avergüenza ser parte de este Madrid. Fiesta, fiesta, fiesta, fiesta! (Raffaella, un buen playback no es sólo mover la boca. Hay que acercarse el micrófono a la vez!!!!)

En tiempo real

Después de diecisiete años juntos, la mitad de sus vidas, el sábado se casaron formalmente por la iglesia. Anoche recibo un correo: Las buenas noches! Si quereis vernos en pleno Times Square pinchar mañana dia 2 a eso de las 11:30 de la noche (hora española) en http://www.earthcam.com/usa/newyork/timessquare Esta noche se me ocurre pinchar y… Ahí han estado los dos durante unos diez minutos hasta que se han metido en el Friday’s a comer. Cómo te quedas?

Un jueves más

Casper llegó a la puerta grande a las siete y veinticinco de la tarde, con lo que nos perdimos paseillo y primero de la tarde; el segundo, por los pelos, nos dejaron verlo desde el vomitorio porque el toro acababa de salir del corral. Allí nos t0mamos una cervecita que, como se aprecia a continuación, cuesta 2,50 euros. No voy a contaros la corrida de ayer porque aunque la vi parcialmente, anduve más atento a todo lo que me contaba Casper que al desarrollo de la lidia en sí. No fue una gran corrida, pero para combinarla con un rato de charla, a una temperatura agradable, es un buen plan. A las 9, mientras se toreaba el sexto, caímos en que habría empezado el partido del Barça. Cargué la página del periódico en el móvil y asombrados comprobamos que ya ganaba por un gol. Unos minutos después pasó algo terrible, algo que es parte de la fiesta, pero que no había vivido nunca antes: con la espada aún en la mano, saliendo de matar, Israel Lancho fue corneado por el toro. Desde el tendido alto en donde estábamos hoy no éramos capaces de saber si era grave o no, pero las repeticiones en la tele mientras salíamos de la plaza despejaron las peores dudas: le había corneado y bien. Según El País su pronóstico es «muy grave». La foto no la publico, la veis allí. Con el mal rollo aún en el cuerpo nos fuimos a un Cañas y Tapas a cenar y a ver el partido, aunque seguía más atento a la conversación que a una final que estaba prácticamente decidida. Mañana Barcelona será el centro internacional del buen rollo y aquí sólo será jueves, un jueves más. Esperemos que para Israel Lancho también.

Fuera de abono

Esta tarde he estado a ver la corrida de la Prensa, fuera de abono, en la plaza de Las Ventas (por la pati, of course). Fui con americana, además de porque pensé que a la sombra pasaría fresquito, porque la corrida de hoy suele ser uno de esos festejos de postín y si iba a salir por el plus en algún plano después de que enfocaran a la Infanta, al menos que saliera guapete. Acerté de pleno porque no solo pasé fresquito sino que pasé e hizo frío. Todo por culpa de un viento que se levantó y que hizo peligrosa la lidia en general. Toreaban Uceda Leal, El Fandi y (un desconocido para mi) Daniel Luque, que confirmaba alternativa (y cómo), de tan sólo 19 años, que me hizo sonreir varias veces, con simpatia, con admiración, como lo consiguen las personas en las que se ve empeño y esmero, ganas de conseguir la victoria. Se llevó una oreja y una ovación cerrada de un público que, como yo, sonreía ante su esfuerzo. Vimos estocadas sin acierto en el primero, unas banderillas fenomenales de El Fandi en el segundo, un capote rajado y enredado entre los cuernos del tercero, prisas por terminar el cuarto, otras fenomenales banderillas, incluido un violín, de El Fandi al quinto y un sexto que partió la vara del picador en tres, echó a éste al suelo y anduvo embistiendo al caballo (sin picador) durante casi dos minutos, con el que Luque consiguió el triunfo. Mañana vuelvo.

Dios existe

Hace varios años me di cuenta de que Dios, de existir, se preocupaba poco por mi. Durante algunos años quizás sí mostró algo de interés en mi persona pero algo debí hacerle, a él que dicen que todo lo ve, y se enfadó, supongo, de forma que empezó a tenerme cada vez menos en cuenta. Yo he llegado a pensar que realmente pasa absolutamente de mi, pero de vez en cuando se manifiesta de alguna forma para que me de cuenta de que no y vuelva a contar con él, pero yo me resisto, empezando por el hecho de referirme a él como él y no Él. Bueno, la cosa es que el otro día iba caminando por la calle con cierto amigo bloguero de provincias, que de vez en cuando viene a Madrid, cuando de repente nos vemos inmersos en un acto de campaña electoral. Sabíamos de la existencia de ese acto porque íbamos buscándolo a propósito, pero simplemente para encontrar a otros dos amigos blogueros más que sabíamos que andaban por allí. Nada más girar la esquina y entrar en la plaza yo puse el escáner visual en marcha para localizarlos as fast as possible porque estos gentíos generalmente me agobian. Pero lejos de eso nos encontramos un corrillo de no más de veinte personas. Mientras realizo el segundo barrido visual a la plaza se nos acerca una chica para entregarnos un panfleto y una sonrisa, y tras ella un chaval bajito. Normalmente las conversaciones que empiezan con «perdonad que os moleste» no suelen traer cosas buenas. El amigo bloguero le escucha mientras yo sigo escaneando por tercera vez la plaza por encima de su cabeza;  nos pide que nos acerquemos al stand a contar (delante de una cámara) qué es Europa para nosotros (o algo así, porque yo estaba escaneando y le oía de fondo). «Va a ser un momento» decía el bajito mientras a mi amigo bloguero le cambiaba el color de la cara ante la idea de ponerse ante una cámara que vete tú a saber dónde acaba lo que graba. Yo andaba un poco más tranquilo porque cuatro segundos antes de que el bajito terminara el speech ya sabía que no íbamos a grabar nada. Es la diferencia entre llevar gorra y no llevarla (y ser calvo, claro), porque de la primera forma no desarrollas el sensor de lluvia de la cabeza que te advierte, con cuatro segundos de adelanto que al resto, de que está lloviendo. Cuando pasaron esos cuatro segundos mi amigo bloguero le dijo a modo de excusa respuesta que se iba a poner a llover. Cuatro segundos más tarde la gente ya salía despavorida a encontrar refugio mientras otros desmontaban la cámara y el chiringuito a toda velocidad. Nosotros, mientras, nos mezclamos con la gente y desaparecimos.

Ya está aquí

Debía una foto desde que hace más de un mes escribiera «en un mes la foto debería estar llena de puntos naranjas, morados y rojos«, pero se me pasó. Esta mañana lo recordé, me dispuse a hacer la foto y entonces me lleve una sorpresa, como en las fotos con fantasmas: Vienen todos los años, aunque más tarde, en julio, y de noche. Es la primera vez que nos encontramos de día, creo, al menos de mañana. Pero claro, qué iba a esperar después de anunciar a bombo y platillo que en mis plantas hay hormigas? No sé si es la misma de siempre o una sucesora, pero hoy he visto la primera salamanquesa de este adelanto salvaje del verano que estamos sufriendo.

Invasión

Este año he consentido, de momento, la presencia de toda una colonia de hormigas, asentada y bien asentada en la medianería de mi patio, que vienen a mis plantas a proveerse. Algunas se pasan y van a morir próximamente, pero en general he consentido porque si han llegado hasta aquí no se van a ir a las primeras de cambio. Es inevitable, la naturaleza viene a mi como la montaña a Mahoma. Pero todo esto es fuera, en la zona descubierta. Dentro las cosas cambian. Dentro ya he tenido visitas desagradables time ago y no me apetece convivir con nadie si no me paga la mitad de los gastos. Hace varias semanas, pasando la aspiradora encontré una hormiga en el suelo del estudio [H1]. Podía haber llegado aquí desde la calle en algún momento o quizás venía con las flores que mis padres me trajeron unos días antes; la procedencia en ese momento me daba igual, sabía el destino: ser aspirada. Seguí el recorrido y al llegar al umbral de la cocina vi otra [H2]. Dudo, lo primero, si he aspirado la primera. Igual se quedó enganchada en el cepillo… La aspiro también. Sigo y termino. Al entrar al estudio me encuentro de nuevo, otra vez, una hormiga en el mismo lugar [H1] que la primera de todas. Y empiezo a volverme loco: se teletransportan las hormigas dentro de mi casa? Creo que las aspiro cuando no lo hago? Hacen magia? Para evitar fenómenos extraños decido pisarla y dejarla ahí para asegurarme de que está muerta y no se aparece en otro lugar. Y allí estuvo sin más. El día 2 de mayo, al llegar a casa tras las cañitas del dos de mayo, me encuentro que tengo inaugurada una autopista de hormigas, la H40 [en rojo], que avanza hacia mi cocina. Me sorprendió, pero en lugar de pisotearlas todas decidí observarlas. Ahora estaban organizadas y sería fácil adivinar sus movimientos. El tránsito no era muy grande, pero podía intuirse el recorrido, y llegaba hasta la cocina, apenas una o dos habían alcanzado los pies del armario más lejano, el único con comida en la parte baja. Pero la cabecera era desconcertante porque parecían salir de debajo del ordenador, algo que me parecía imposible, aunque no tanto. Ese dos de mayo antes de acostarme comprobé que ya, de alguna forma, sabían que en ese armario había comida. Para evitarme disgustos eché veneno y me fuí a la cama. El 3 de mayo, como en 1808, amaneció con fusilamientos. Ni rastro de hormigas vivas en la cocina y cadáveres en la zona cero; pero el trajín del estudio seguía, ahora con otro recorrido. Siempre sin perder referencias espaciales, como esquinas, rincones o mobiliario, durante los días siguientes, hasta el día de la caja vacía, consiguieron trazar una ruta alternativa, la H45 [en azul] hasta alcanzar una zona del salón bastante alejada de la puerta, ignorando el acceso a dos habitaciones. Las hormigas son muy listas y envían exploradoras a ver qué encuentran. Las exploradoras pueden tener suerte y descubrir algo que contar al grupo, que llegará, antes o después llegará. Por eso las que me encontré en el baño o en mi cuarto no eran más que exploradoras sin suerte, no solo por no encontrar comida, sino porque morían aplastadas una tras otra. Alguna de ellas triunfó y descubrió bolitas de chocolate por el suelo del salón, de unos bombones belgas riquísimos que tenía en una bolsa que perdía bolitas. Esas bolitas de chocolate fueron el GPS perfecto para averiguar por dónde entraban a casa, porque ahora lo que querrían sería salir… Y así averigué a medias su procedencia. Bienvenidos a mi casa. Llevo tres años viviendo aquí y el edificio tiene uno más, cuatro en total. Aquel invierno previo a la mudanza me emplastecí todas las fisuras de movimiento antes de pintar. Tres años después han vuelto a aparecer, algunas con mayor recorrido que las iniciales; incluso las hay nuevas. Y uno es listo, y aparejador, aunque parado, y sabe leer lo que dicen las grietas y el sentido común. Eso es parte de un informe, que tengo escrito mentalmente, pero que tengo que publicar algún día sobre el movimiento del edificio sin juntas de dilatación en el que habito. Y a través de las fisuras, que no grietas, que el movimiento ha provocado han llegado las hormigas hasta el interior de mi casa, sin que por fuera haya ninguna actividad, apareciendo por el rodapié del rincón de mi estudio [el punto verde], epicentro de la invasión. La hormiga más emprendedora, la avistada en el punto más lejano al acceso, había hecho un recorrido de 8,60 metros, sólo por el interior de mi casa. Si aplicamos equivalencias y yo hubiera hecho esto por el barrio, andando, hubiera recorrido 430 metros, varias manzanas alrededor de la mía.

Es guapo

Esta tarde me ha tocado hacer de canguro con mi prima, de diez años. Había que hacer los deberes, si quedaba tiempo ver la tele, cenar y acostarse. Mientras hacía los deberes, que quería hacer sola y sin ayuda, he hojeado las páginas de los libros de matemáticas, lengua y Cono, esa asignatura que me alegro de no haber cursado en mi EGB. Son libros muy modernos, acorde con los tiempos, pero yo seguía echándo en falta aquellos que yo gasté. Después de hacer la tanda de deberes de cada asignatura se los revisaba para comprobar que estaban bien, algo que ella no hacía y que es parte fundamental del método científico, que me consta que usa. Le he enseñado un par de trucos para resolver las conversiones de las unidades de medida y a leer un mapa de altitud, de forma que lo verde no sea «la hierba y el césped y lo marrón la arena» sino que sepa interpretar los colores de la leyenda con las altitudes y los colores, cosa que ha comprendido. Los niños de hoy en día se organizan bastante bien. Antes de que Zapatero les ponga un portátil encima de la mesa el año que viene, de momento ellos llevan una agenda que distribuye el Ayuntamiento donde llevan apuntados los deberes y por medio de la cual se realiza la comunicación de profesores y padres. Hojeando esta agenda, por el hecho de ser municipal principalmente, me he topado con un descubrimiento. Mi prima ya usa el método científico, porque en la última hoja había una suerte de lista de pros y contras (aunque me pareciera más de pros) para discriminar entre dos personas. Le hubiera hecho una foto, pero me parecía robarle algo personal y más delante de ella; aunque si le leía el diario a mi hermana esto no es nada… Cosas de Javier: – Es guapo Cosas de César: –

Caja vacía

Siempre ha estado ahí, al menos en los últimos dos años la recuerdo ahí, y llevo tres aquí, así que casi toda la vida ha estado ahí. Tengo el vago recuerdo de que algún día la dejé ahí conscientemente para algo, no muy lejano en el tiempo, y ganado el sitio, ahí lleva desde, ya digo, siempre. Es más, cuando paso la aspiradora respeto su espacio y no la muevo de un lado para otro como hago con algún par de zapatillas perdido o con la papelera. Pero hoy, por motivos de caza mayor insectil indoor, algo nuevo y desconcertante de lo que quizás hable otro día (por no hacerlo ahora al tun tun), he retirado de su sitio las mesillas y la cama y la caja que existía debajo de ella se ha visto inmersa en el movimiento general. Tenía pelusas en todas las aristas (gastaba las mismas que el cubo de navidad) así que le he pasado el tubo de la aspiradora antes de proceder a abrirla. Abrir cajas que llevan tiempo sin moverse, apiladas, escondidas o simplemente ahí, a la vista o no, es algo que me causa impresión siempre. Tal vez por no encontrar en ellas lo que se espera o, en el peor de lo casos, como hoy, encontrarla vacía. El resto de la tarde de caza y limpieza lo he pasado pensando en qué hacía una caja vacía debajo de la cama, para qué la guardé. La caja, todo hay que decirlo, es impresionante por lo buena que resulta para determinados menesteres, así que me resisto a tirarla y la bajaré al trastero. De momento la he dejado al lado de la puerta, pero por fuera. Espero que ningún vecino espabilao me la baile.