Dios existe

Hace varios años me di cuenta de que Dios, de existir, se preocupaba poco por mi. Durante algunos años quizás sí mostró algo de interés en mi persona pero algo debí hacerle, a él que dicen que todo lo ve, y se enfadó, supongo, de forma que empezó a tenerme cada vez menos en cuenta. Yo he llegado a pensar que realmente pasa absolutamente de mi, pero de vez en cuando se manifiesta de alguna forma para que me de cuenta de que no y vuelva a contar con él, pero yo me resisto, empezando por el hecho de referirme a él como él y no Él.

Bueno, la cosa es que el otro día iba caminando por la calle con cierto amigo bloguero de provincias, que de vez en cuando viene a Madrid, cuando de repente nos vemos inmersos en un acto de campaña electoral. Sabíamos de la existencia de ese acto porque íbamos buscándolo a propósito, pero simplemente para encontrar a otros dos amigos blogueros más que sabíamos que andaban por allí. Nada más girar la esquina y entrar en la plaza yo puse el escáner visual en marcha para localizarlos as fast as possible porque estos gentíos generalmente me agobian. Pero lejos de eso nos encontramos un corrillo de no más de veinte personas. Mientras realizo el segundo barrido visual a la plaza se nos acerca una chica para entregarnos un panfleto y una sonrisa, y tras ella un chaval bajito.

Normalmente las conversaciones que empiezan con «perdonad que os moleste» no suelen traer cosas buenas. El amigo bloguero le escucha mientras yo sigo escaneando por tercera vez la plaza por encima de su cabeza;  nos pide que nos acerquemos al stand a contar (delante de una cámara) qué es Europa para nosotros (o algo así, porque yo estaba escaneando y le oía de fondo). «Va a ser un momento» decía el bajito mientras a mi amigo bloguero le cambiaba el color de la cara ante la idea de ponerse ante una cámara que vete tú a saber dónde acaba lo que graba. Yo andaba un poco más tranquilo porque cuatro segundos antes de que el bajito terminara el speech ya sabía que no íbamos a grabar nada. Es la diferencia entre llevar gorra y no llevarla (y ser calvo, claro), porque de la primera forma no desarrollas el sensor de lluvia de la cabeza que te advierte, con cuatro segundos de adelanto que al resto, de que está lloviendo.

Cuando pasaron esos cuatro segundos mi amigo bloguero le dijo a modo de excusa respuesta que se iba a poner a llover. Cuatro segundos más tarde la gente ya salía despavorida a encontrar refugio mientras otros desmontaban la cámara y el chiringuito a toda velocidad. Nosotros, mientras, nos mezclamos con la gente y desaparecimos.

11 thoughts on “Dios existe

  1. Pues no es para tanto, yo antes era muy reacio para hablar delante de una cámara, pero ahora ya no, es más, creo que las cámaras se enamoran de mí, no sería raro que acabase de pin-up un día de estos 😛

  2. Que dios existe… será un hecho, pero pasa de mí xD A mí hace un par de años me tocó pringar en la cafetería de la uni. Imagina estar sentad@ tomándote un café y que te venga un político con una cámara y te empiece a comer la bola… ARJ

  3. Tú amigo bloguero coincide en todo contigo menos en lo de dios, claro.
    Porque no fue dios si no la bendita meteorología que a veces llueve a nuestro gusto.

  4. En lo del sensor de lluvias influirá lo de ser calvo (y no llevar gorra) y el ser más alto que la media. Que por cierto, lo de un «chaval bajito», dicho por tí, tampoco quiere decir nada :-p

    Besicos!

  5. Más que un superpoder lo de la cara borrosa, es que se siente borroso, como en la película de Woody Allen.

    Desde luego, sois un poco borrrrdes. ¡Con lo bien que quedaríais en el tele!

  6. Halo, sí, algo parecido 🙂

    Matri, te veo fotogénico, sí.

    Ace, yo desarrollé el sensor de lluvia y él la borrosabilidad facial XD

    Casta, en serio? 😉

    Kiram, vaya papeleta 🙂

    Destor, ya ves qué cosas 😛

    Peri, ya sabes que él es directamente ateo XD

    Lux, las gotas llegan antes a mi cabeza que a otras, cierto 🙂

    Rickisimus, lo cierto es que hubiera sido un cante salir los dos calvorotas XDD

  7. A mí me hicieron una entrevista los del Canal+ el día de mi despedida de soltero, en que a los hi!#s de p&%a de mis supuestos amigos se les ocurrió llevarme al Calderón con una camiseta del Real Madrid (casi nos pegan…). Los muy cabrones del C+ nunca sacaron la entrevista.

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