Paso de cebra

Espero que el muñeco rojo se apague. Los semáforos son nuevos ahora y los muñecos y los discos de colores son de puntitos, de leds que, dicen, se ven mejor en malas condiciones de visibilidad (esto no es Londres, pero se agradece igual). Está desproporcionado. Tiene unas piernas y unos brazos anchos, en relación con el cuerpo y la cabeza. Y unos zapatones tremendos. Parece hosco. En lo que desaparece pierdo la mirada en las franjas azules y blancas que componen el paso de cebra (o cómo mezclar una señal estándar con los colores corporativos del Ayuntamiento). Si me abstrajera un poco más, si el semáforo fuera a durar un poco más, podría perderme en el azul de las franjas y pensar que es el cielo o el mar de cualquier playa remota. No suena nada, solo la música de mi iPod. Se ve gente que espera, coches que vienen y van, autobuses, pero sin sonido.

El rojo se apaga y aparece el muñeco verde. Es más estilizado que su compañero, sus piernas son largas y delgadas y están en proporción con su tamaño; se parece más a mí. Está andando y su zancada arranca la mía, de metro, que hace que solo pise un color mientras ando. Decido pisar el blanco esta vez, para no mojarme las zapatillas con el agua de la playa; para no sentir vértigo al andar sobre el cielo.

Espero el segundo semáforo, a la vuelta de la esquina, y pienso la cantidad de veces que lo habré cruzado en mi vida. Sin duda es el paso de cebra que más he pisado nunca. Echo cuentas gordas y mentales mientras espero el segundo cambio de color, pensando sólo en una parte de mi vida: once años yendo al colegio, al mismo colegio, cruzando a diario ese paso de cebra cuatro veces al día, cinco días a la semana, cuatro semanas al mes, nueve meses al año…  dos carriles en un paso, tres en el otro, tres metros por carril… 120 kilómetros en once años sin haberme alejado más de 50 metros de la puerta de casa de mis padres… a veces llegamos más lejos de donde realmente nos parece.

16 thoughts on “Paso de cebra

  1. Deberías calcular los pasos, los metros, las calorías quemadas para después hacer una gráfica comparativa, eso sí, en papel milimetrado.

    Un abrazo numeritos 😉

  2. Me ha gustado mucho este artículo.

    Yo me he fijado que el muñequito de algunos semáforos recientes de Madrid tiene las espaldas muy anchas, como si hubiera estado yendo al gimnasio de Otto durante meses, ¿o será yo que veo tios cachas por todas partes? 😀

  3. hola mixto tengo una pregunta

    si tu vas a un piso de nueva construcción y lo observas por dentro y por fuera se puede diagnosticar si tiene fallos estructurales, metidas de pata y ñapas variadas para abaratar costes? me refiero a un simple vistazo, sin picar paredes ni nada parecido evidentemente. y otra pregunta, es imprescindible que un ático tenga sí o sí una columna en el interior de la vivienda o puede evitarse?

    gracce

  4. Si es que te da por pensar cada cosa …

    Aunque si yo te contara lo que pasa por mi cabeza cuando voy andando, conduciendo, o simplemente distraido …

    Besicos!

  5. Está bien que se evadas 🙂
    Siempre que vuelvas… yo, que ando demasiado, siempre me planteo cosas parecidas, pero calculo en tiempos de canciones en vez de en kilómetros ^^

  6. Uish yo una vez me puse a contar cuantos kilómetros hacía de mi casa al metro, cada día ida y vuelta, y me salía una cifra enormmmmee

  7. Matri: no quemo calorías andando, si no ya no se me vería ^^

    Ace: el rojo está gordote más que cachas y el verde es un tirillas.

    Tito: los estructurales a simple vista no (a menos que sean evidentisimos), las metidas de pata sí y lo que a ti te parecen «ñapas variadas para abaratar costes» pueden ser cambios aceptados por la DF.
    Un ático es imprescindible que tenga columnas, como un primero o un segundo XD. Si está en el medio es porque la distribución de la casa no lo podía «adosar» a ningun trabique. La mayoría de esos pilares no se construyen mal; se hacen conforme a un proyecto. Es el proyecto el que no está bien pensado.
    Supongo que te servirán las respuestas 🙂

    Halo: para comprar el pan también había que cruzar los pasos, así que anduve más aún!!!

    Lux: mejor repasar las tablas de multiplicar que no pensar rarezas XD

    Otto: puedes calcular tu velocidad si utilizas tiempos.

    Casta: para que luego digan que no nos movemos!

  8. Ese paso de cebra es de la familia ya, ¿no?
    Aunque a mí lo que me ha llamado la atención es lo de los colores… ¿Un paso de cebra azul y blanco? Aquí como mucho son… mmm… burdeos y blanco, aunque lo más típico es negro y blanco, claro…

  9. la primera vez que mi ex vino a verme a bcn, de camino a su hotel jura y perjura que vio un semáforo de esos con puntitos en el que solo estaban encendidos los que dibujaban una hoja de marihuana. Una de las calles más transitadas de la ciudad. al día siguiente recorrimos la calle…y se quedó para los restos en leyenda urbana 🙂 tu post me ha hecho recordar y esta mañana yendo a mi nuevo trabajo me he cruzado con un semáforo de esos que pasan de la anorexia a la bulimia en un parpadeo.

  10. Sonia, ya estás currando otra vez? Me alegro! 🙂

    Tracy, sí, casi de la familia. Le haré una foto para que lo veas: son casi todos azules y blancos.

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