Cubo

Parte del ejercicio ya está hech0. Es la que me corresponde a mí. La fui realizando a ratos, en trozos de tarde de sábado y de domingo; en ratos perdidos en la noche, con flashazos de nuevas ideas, con borrados totales y parciales y vuelta a empezar. Y así durante semanas.

Ahora, igual ya desde ayer o desde el lunes, está en tu mano hacer la otra parte. Es más rápida y más fácil, depende de lo mañoso que seas. El fondo es que pases diez minutos entretenidos, sin pensar en nada más. Y que al terminar sientas satisfacción por el trabajo realizado y por el objeto conseguido. No importa la dificultad, por pequeña o grande que sea, siempre podremos ser capaces de solventarla o, en el peor de los casos, de asumirla.

Si lo terminas tendrás en tus manos un hexaedro regular, un cubo: seis caras, ocho vértices y doce aristas. A veces la geometría ayuda a ver las cosas, a comprender, que una simple arista puede separar cosas que no pueden estar en el mismo plano, pero que de alguna forma han de convivir juntas. O que caras paralelas lo estarán así por siempre, lo quieran o no, porque jamás podrán juntarse. O que un vértice es el único punto entre los infinitos que suman tres planos diferentes y contiguos, el único, en común. La geometría ayuda a ver las cosas que tenemos en común y a minimizar las que nos separan. Y ayuda a ver que lo que sobre el papel es visible, en la realidad, en las tres dimensiones se nos escapa de la vista. Por eso conviene dar vueltas a las figuras geométricas, al cubo, a sus caras y a sus vértices, para no perder nada de vista, para saber que, aunque no las veamos, hay otras caras y otras aristas y que, además, todas son iguales.

Feliz Navidad!

11 thoughts on “Cubo

  1. Eres mala Otto, muy mala :-p

    Que yo ya lo tengo, en mi escritorio :-p Y que he prometido que si consigo la hipoteca lo expondré en mi casa en lugar visible, hale 😉

    Besicos y feliz Navidad!!!

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