Anoche invité a nedrosed al preestreno de Los extraños, cortesía de elpais.com. Y por preestreno me refiero a ver al película antes del estreno oficial, que es hoy, porque ni alfombra roja, ni actores, ni casi gente, ni nada de nada. Solo palpitaciones. Y sustos; a un paso de la taquicardia. Y un mal cuerpo al terminar… como dice mi madre «también son ganas las que tenéis de ir a pasarlo mal». Y no le falta razón.
Dura una hora y poco. Yo miré el reloj por primera vez cuando llevábamos cuarenta minutos. Y quería que acabara ya. Estaba tan agarrado al brazo de la butaca y tan en tensión, que acabé levantándola de su sitio. Y luego, en casa, de imaginaria, claro.
Yo es que para pasarlo mal no voy al cine. Es lo que tiene ser una persona sensible. Ejem.
Recuerdo una peli de vampiros (no recuerdo el título ni quiero recordarlo) que vi junto a mi cuñado en una 2º fila. Creo que no he pegado tantos saltos en una butaca en la vida.
Pues mira, yo lo he pensado estos días y, tras una larga meditación, no voy a verla… Yo me cago como nadie con las pelis de miedo, pero si están basadas en hechos reales y hay vidas de por medio… nopsnops, que me malrolla la existencia… Por eso prefiero las de fantasmas 😀 como la habitación mil cuatrocientos y pico 🙂
He leído que está basado en una experiencia que tuvo el director de niño. Resulta que un extraño llamó a su casa preguntando por una persona que no vivía allí. Esa noche robaron todas las casas donde no había nadie.
Hoy han tocado a mi puerta. Hace un rato, a las siete o así.
Y me he cagado, claro.
Mañana lo cuento.
Buenísima entonces, ¿no? No me la pierdo, pero veo que voy a tener que ir solo…
Yo también paso. Me encantan las pelis de miedo, pero las de sufrir no. Además es demasiado real … que paso. Mi hermano vive en un campo, con mi cuñada y mi sobrino Adrián, que cumplió un año hace 2 semanas … les pasa algo así y me cagoenlaputa me desgracian la existencia. Que no. Como Otto prefiero las de fantasmas, bichos y eso.
Besicos! 🙂