La noche más corta

A nadie tengo que contarle el insoportable calor que ha hecho este pasado finde. Hoy amaneció el día cansado. Se fue cansando más según corrían las horas. Gris, plomizo, pesado, casi irrespirable de no ser por alguna racha de viento. Y caluroso, no tanto como ayer, pero caluroso. Yo me lo temía y ocurrió.

Hace un rato que el cielo se ha cansado de convulsiones y luces centelleantes y ha roto a llover. De repente, aunque llevaba tiempo avisando. Con viento, con ruido, con furia. Si dejas las ventanas en batiente el viento entra más sereno. Te lleva a una ventana, a otra, a mirar, a ver llover. Mece las cortinas y la casa adquiere un tono acogedor. Le dejo estar y vuelvo a los números pero la tormenta me pide que quite la música y la escuche, la disfrute.

Al callar la música la escucho. Parece furiosa, pero no es de temer. Será condescendiente. También oigo a mis vecinos, andan alterados. No quieren, no saben, disfrutar de la tormenta.

8 thoughts on “La noche más corta

  1. En mi casa estuvo 2 horas la luz yendose y viniendo. de 12 a 2. Cada vez que venía, saltaba una alarma de no se donde. Imagínate la nochecita de put* tormenta que pasé… xD

  2. Pues a mí no me molo nada de nada.
    Cuando son tormentas así y me pillan durmiendo… lo que se desencadena en mi cabecilla es una migraña que te peich.
    Es bonita la lluvia… pero que me pille despierta 🙁

  3. Qué bonito y qué poético todo. Y qué chulo poder disfrutar de ratos así, jo (supongo que yo tb lo haré cuando tenga mi casica)
    Que qué post más bonico …

  4. Esas tormentas son para disfrutarlas, desde la ventana con un té en las manos, o en la calle, empapada hasta los huesos, refugiada en algún soportal, sonriendo a alguien especial. Ésas son mis tormentas preferidas.

Comments are closed.