Los pespuntes

Inauguro una nueva categoría con la foto de este chaval, el del centro que está de pie, saltándome todas las leyes, derechos a la intimidad y demás que tanto oímos a los famosos en la tele. Tan ruin soy que hasta le he quitado previamente el clic que suena cuando disparas la foto. Precauciones todas, para evitar que me partan la cara.

El chaval en cuestión venía con otros dos que en este momento, gracias a Dios, se apartaron del objetivo de mi teléfono. Nos centramos: estamos subidos en un coche de la linea 10 parados en la flamante nueva estación de Aviación Española. Yo vengo escuchando música en mi flamante nuevo iPod nano silver y me fijo en los tres mosqueteros. Son recién titulados: fijo. Y vienen de su flamante primer trabajo. También pueden ser amigos que se encuentran o que quedan para volver del trabajo, pero el que escribe soy yo y escribo lo que me da la gana.

Los que no aparecen en la foto van arreglados como van todos estos que tienen que ir arreglados al trabajo: con su traje y abrigo uno de ellos (algo que me parece excesivo, si se puede ir como tu colega); del otro no me acuerdo mucho; era gordo, pero no recuerdo qué llevaba porque era el que me impedía hacer una foto en condiciones. Y aquí mi primo (mención aparte a la peluquería y barbería que se nos gasta) llevaba un pantalón de vestir negro, esa chaqueta de raya diplomática, una sudadera (sí, sudadera) gris con capucha, que le asoma por el cogote y un cárdigan negro con la cremallera subida hasta arriba. Con dos cojones; esto es lo que se llama arreglao pero informal.

Con todo, el pobre sólo sale para denunciar el fondo de este post. La chaqueta de raya diplomática tenía dos aberturas por detrás, como antiguamente, en lugar de una sola y central como las modernas de ahora. Y las llevaba (las aberturas) cosidas con el pespunte que le dan para que no se deforme en lo que se vende!! He visto abrigos y chaquetas, como esta sola o con traje. Y muchas en solo dos meses que llevo yendo a Madrid en transporte público. Esos abogados, esos economistas, esos superdiplomados y superlicenciados de la Carlos III que van superimpresionantes y superelegantes a sus supertrabajos superimportantes donde son superimprescindibles y lo más de lo más… con los pespuntes de la chaqueta sin quitar… Madrecita…

Desde aquí un saludo a todos los que llevan los pespuntes sin descoser. Ánimo y suerte. Si no os dais cuenta de que hay que quitarlos, os los acabareis arrancando sin daros cuenta en un movimiento brusco cualquier tarde en el metro.

2 thoughts on “Los pespuntes

  1. Ramoncín, dentro de nada te veo en el «Aquí hay Tomate». Te estás volviendo demasido quisquilloso.

  2. Estas empezando a caer en los males provocados por el transporte público.
    Lo de hacer fotos al personal en plan paparazzi, aún con riesgo de llevarte alguna galleta, yo también lo vengo haciendo hace tiempo y mola! Luego lo que te ries mirando las fotos y recordando el momento.
    🙂

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