Ya vienen los Reyes…

Si hay un motivo por el que no me exilio el 15 de diciembre, si hay algo por lo que merece la pena aguantar cenas y comidas interminables, reuniones sociales con gente que te apetece una mierda ver, gastar, beber y comer sin parar, consumismo, aglomeraciones, afán de más y más y más, si existe algo en el mundo que justifique aguantar a Ramón García, Anne, Bertín Osborne y Mar Saura en la tele, si existe algo de la navidad que me gusta, eso es la cabalgata de los Reyes.

La Castellana a reventar de gente, las luces en todo lo alto, la música, las carrozas (menos que otras veces pero muy logradas), los caramelos volando sin parar, los gritos de los pequeños (y de muchos grandes), los cañones de confeti y ese cosquilleo en el estómago rodeado de tantos y tantos enanos que sienten lo mismo que sentías tú cuando tenías su edad.

Y es que, no nos olvidemos, esta noche vienen los Reyes. Y aunque no dejen nada, aunque sepamos que por casa no van a pasar, la incertidumbre de si lo harán o no a mí por lo menos aún me supera. Me voy a la cama ya!