Cortylandia

Hacía muchos años, muchos, que no iba a Cortylandia. Y ayer volví, no como niño, como iba antes, sino con un niño (en este caso una niña, mi prima). Es impresionante ver la cara que se le queda cuando hablan los muñecos, las canciones, las pompas de jabón volando… y si es su primera navidad, como en este caso, más aún.

Me imaginaba que nosotros de pequeños reaccionaríamos igual al verlo, y pienso: a mí se me quedaba esa cara de alelao viendo a unos muñecos moverse y cantando?? Seguramente. Todos hemos sido niños, aunque nos creamos que hemos sido siempre los lumbreras que ahora nos creemos…

La foto, se me olvidaba. Como me puse tan trascendental…

Iba de la navidad bajo el mar (ole), con un belén debajo del agua. La virgen daba (casi) palmas y había sirenitas, estrellas de mar, caballitos de mar, estaba Neptuno… en plan La Sirenita, pero con los Reyes Magos (mi cuñao dice que el negro, Baltasar, bailaba como Michael Jackson…). Por cierto, hemos fantaseado como dos abuelos (como si hubieran pasado 50 años) al girar la calle y verlo a lo lejos: pero qué cutre!! Cuando yo venía de pequeño llegaba casi hasta el tejado!!

One thought on “Cortylandia

  1. A lo mejor cuando eras pequeño te daba la impresión de que era más grande. O también puede ser que cada vez vaya siendo mas pequeño.

Comments are closed.