La vida sigue igual

Nueve días después de que un camión se llevara por delante nuestra línea de teléfono nadie se ha dignado aún en llamarnos para darnos una explicación y/o arreglar el problema. A pesar de todo, uno acaba por resignarse. Ya no me enfrento a las teleoperadoras del 1002 (que ahora empiezan a sentir pena por nuestro caso) y uno se acostumbra a vivir sin fijo y, lo peor, sin internet. Gracias al camión y a Telefónica no he podido acabar el mes de noviembre con todos los posts que me hubiera gustado ni he podido contar nada en diciembre (y hoy ya es 7).

Ahora empieza un puente de cuatro días en el que tampoco podré conectarme ni escribir nada de nada… y ese paréntesis puede ser mortal para este blog. Menos mal que en estas pocas jornadas laborales de diciembre aún puedo conectarme desde el trabajo… algo que en Dragados no era posible.

Nos volveremos a ver cuando Telefónica quiera…