Por qué?

Cada año me gusta menos la nochevieja. Terminas de cenar, te preparas para las campanadas y ahí están otra vez Ramón García con la capa y la Obregón (semivestida, como bien dice hoy El País). Cuentan el rollo de siempre de los cuartos y las campanadas, nos privan de ver el espectáculo de luces que prepara el Ayuntamiento y la Comunidad, este año sobre El Quijote, y, al menos a mi, me llegan a provocar que termine el año sintiendo cierta vergüenza ajena.

Pero lo peor viene después. Aparecen en pantalla, grabados desde noviembre Bertín Osborne, de gracioso, Mar Saura y la otra Miss, que de perfil no se las ve, maquilladas hasta aburrir y escasamente vestidas, y un cuarto de turno, este año un niño de OT con ropa de hace dos años. Te vas por ahí a tomar algo, pero te persiguen. En cada local que entras están en las pantallas, es imposible escapar. Me fui a casa a las 6 de la mañana y seguían en antena… Pero es que hace un rato he puesto la tele y… lo estaban repitiendo!!!

¿Por qué? ¿Por qué merecemos este castigo año tras año? Preferiría quedarme sin Reyes.